𝐂𝐎𝐑𝐑𝐔𝐏𝐓𝐈𝐎𝐍 ▬ NISHIMURA RIKI OMEGAVERSE (LECTORA FEMENINA)

11.-Tired

Si había una palabra que me describía en estos momentos, definitivamente sería: Cansada, y añadamos adolorida.

Si algún día alguien te dice que el celo de un Alfa Puro no es tan difícil de llevar, no les creas, será tu peor error.

Ahora mismo me encontraba con el pecho recostado en la mesa de la cocina mientras el Alfa daba estocadas rápidas y duras sin control alguno, sentí como otro nudo, de 2 que había recibido en el día empezaba a formarse en mi interior, gemi alto al sentirlo.

Básicamente estos 4 días se habían basado en esta rutina:

Mañana:Sexo

Tarde:Sexo

Noche:Sexo

Y es que en verdad el Alfa parecía insaciable, apenas y podía levantarme a comer algo sin que el estuviera besándome y penetrandome cada vez que se le daba la oportunidad, además de que cada que lo haciamos terminaba con más de 1 nudo al día.

Cuando su nudo empezó a liberarse, se recargó en mi espalda, quedándose en esa posición para que reciba el nudo.
Al cabo de un rato, por fin se empezó a deshinchar y el Alfa salió lentamente de mi interior, con cuidado de no hacerme daño.

Al sentir que ya no tenía su gran falo dentro mío, mis piernas fallaron y para no caerme me apoyé en la mesa.

—Eres un bruto, no vuelvo a pasar un celo tuyo contigo.—me quejé.

—Ya lo veremos, Noona.—dijo el menor mientras levantaba sus pantalones y se los acomodaba, seguido de eso tomó mi cintura y me volteó, haciendo que me siente en la mesa viéndolo.

—Vaya, bienvenido niño, Cómo te sientes?—pregunté sorprendida, su celo por fin acabó.

—Creo que yo debería preguntartelo—rió—, aparte de eso, me siento bien, fantástico, renovado, no creí que esto sería tan...placentero.

—Pues me alegro por ti, ahora llevame a la cama, has estado metiendo tu cosa en mi, día y noche, por 4 días seguidos, no se cómo es que resistí, eres una bestia.—lo señalé y el rió, extendí mis brazos hacia el y este me cargó estilo princesa.

—Crees que hayas quedado en cinta?—preguntó mientras subía las escaleras para ir a la habitación.

—Con todas las veces que me anudaste, seguramente tengo 5000 cachorros creciendo en mi útero.—dije sarcásticamente.

El volvió a reir mientras escondía su cara en mi cuello, aspirando mi aroma mezclado ahora con el suyo.

—Te quiero Noona.—dice mientras me pone en la cama y se acuesta a mi lado, abrazándome por la cintura.

—También te quiero, Riki...—le contesté mientras empezaba a quedarme dormida, estaba muy cansada.

~

Al día siguiente me levanté, el chico aún seguia dormido, lo observé un rato, hasta que decidí que debería salir de la cama e ir a preparar el desayuno, gran error.

Al intentar levantarme mis piernas flaquearon y caí de inmediato al piso.

—Carajo, mocoso del diablo...—susurré intentando levantarme sin éxito.

Estuve un rato más intentando, pero,  cada que lo intentaba mis piernas fallaban nuevamente haciendome caer, suspiré pesadamente, aceptando mi derrota.

—Ya terminaste?—preguntó Ni-ki con un tono burlón— Necesitas ayuda?

—Te odio.—lo miré mal.

—Me amas.—dijo levantándose de la cama.

Bufé viendo como se acercaba, me tomó de las axilas y me levantó fácilmente del suelo, volviendo a ponerme en la cama.