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Cambié rápidamente la forma a una espada a dos manos, dando dos pasos para ponerme delante de Jennie, cortando esa bola a la mitad, notando como explotaron esas mitades.

—Te dije que al chico no le haría nada de daño— Dijo una Nayeon que de no ser por su escudo, si habría recibido daño aparentemente.

—Eres la peor maestra que haya conocido— Suspiró Jennie, deshaciendo su escudo también.

—Juzga mis resultados, no mis métodos— Se acercó a mi.

—Si bien, la magia funciona a base del conocimiento de las cosas— Me puso un dedo en la frente. —Hay algunos hechizos muy complejos que solo un linaje o comprension logran ejecutar— Empecé a sentir mucho conocimiento fluyendo hacia mi ser.

—Por ejemplo, un hechizo muy simple es el de la gravedad— Se dio la vuelta. — ¿Ves a Jennie? — La miró, copiando eso yo. — ¿Cuánto crees que pueda pesar? — Preguntó. — ¿Me vas a usar de ejemplo? — Cuestionó la nombrada.

Asintió Nayeon. —Quizá pese unos cuarenta y tantos kilos, sabiendo esto, puedo quitarle todo ese peso influyendo mi maná en ella— De un momento a otro empezó a levitar.

—Avisame cuando me vayas a bajar— Pidió la usada de ejemplo.

Después de un momento, le dio la señal, cayendo bien.

—La auto potenciacion es rara porque hace que tengas que saber muy bien como funciona todo tu cuerpo, a la vez de la magia en si— Se dio la vuelta, mirándome.

—Sobretodo la usan los que nacen con esa disposición, ni siquiera nosotras podemos usarla bien por lo mismo— Señaló el pequeño musculo de su brazo.

—Las magas de élite abusan de este hechizo por lo mismo, suple la carencia física, dándote más tiempo de estudiar y mejorar tu magia— Se acercó Jennie.

—Ahora pasemos a la Nova— Sonrió Nayeon. —Copia lo que hice antes— Indicó, a lo que con solo poner mis manos, sentía como podía empezar las ordenes entre mi cuerpo para hacer esa bola.

—Nova— Abrí mis manos, estando allí esa bola. —Tienes suficiente maná para hacerla, apuntame— Pidió, a lo que la miré y luego miré la bola.

—No me harás nada de daño— Añadió. De repente sentí una cantidad inmensa de maná, todo en su mano, mucho más del que habría sentido antes de todo su cuerpo.

Sin más, disparé, yendo directo hacia ella, dándole un golpe con la mano abierta hacia un lado, mandandolo al cielo, explotando unos segundos después.

—Conozco como funciona la Nova a la perfección, puedo repelerla en casi todos sus niveles— Se acercó a mi. —Te doy un diez por hacerlo a la primera— Revolvió mi cabello.

— ¿No estas muy emocionada solo porque un niño tan pequeño pudiera hacerla? — Cuestionó Jennie. Asintió.

Se acercó a ella, susurrandole algo, mirándola asustada incluso.

Antes de que pudiera decirle algo referente a eso que le susurró, alguien salió de entre el bosque.

—El niño… — Parecía una persona, un hombre adulto más específicamente. —Dame al niño— Pidió, viéndose claramente alterado.

— ¿Un vampiro? — Cuestionó Nayeon. —Se reproducen demasiado, no habría pensado que existieran por aquí incluso— Empezó a caminar hacia el.

Miré a Jennie, entendiendo que necesitaba una explicación. —Los vampiros son seres nacidos de un espíritu demoníaco, al principio de la existencia los espiritus primigenios pelearon, ganando los buenos— Empezó, mirando al vampiro ambos ahora.

—Como son nacidos de malos principios de la humanidad, tienen en su ser la envidia y miedo— Antes de poder percatarme, Nayeon le estaba dando una paliza físicamente.

—Muchos directamente renuncian a ser humanos, aceptando el vampirismo, la mayoría son obligados a serlo— Le dio una patada tan fuerte que salió volando hacia donde estábamos, esquivandolo.

—Pierden toda posibilidad de sentir cosas, amor, alegría, incluso hasta la luz solar hace que se debiliten, viviendo mejor en la noche— Se levantó aquel ser.

—Soy pésima en el combate físico, pero tengo que lucirme con mi nuevo alumno— Dijo Nayeon acercándose a él.

—Renunciar a todo eso les da un poder demasiado grande, y puede ir creciendo indefinidamente hasta un punto— Antes de que el vampiro me tocase, Nayeon tomó su mano, tirándolo lejos.

—Los elfos y los vampiros siempre han estado en guerra, por eso la ves tan animada, lo normal es que los elfos seamos muy pasivos y de dialogar— El vampiro nuevamente se levantó.

—Pueden seguir usando la magia y los controles elementales, pero tienen una nueva rama— De la nada sacó unas especie de ramas, pero eran de sangre.

—El control vanpirico, a diferencia de la magia, no tiene ninguna penalización ni retroceso— Aquellas ramas finas de sangre fueron directo a Nayeon, partiendo cada una debido a que iban demasiado lentas.

—Está desesperado por comer, quizá no ha comido nada desde que se convirtió— Explico Jennie. —Comen en base al maná de sus víctimas, por lo que lo normal es que se alimenten de chicas adolescentes, recién explotan su maná pero no saben usarlo bien— Nuevamente le pegó una patada, notando que iba con maná enfocado, doliendo aún más por golpear una roca.

—Cada vez tienen que ir comiendo víctimas más poderosas, ese es su ciclo, el pináculo es comerse a una encarnación, en ese punto alcanzan la perfección— Nayeon lanzó varias ramas de árboles, clavandolo a la roca en donde había sido golpeado.

—Nova— Pronunció, generando otra bola, parándose delante de él.

—Un vampiro primigenio es el resultado de uno que logró comerse a una deidad, quitándose todos los imitadores que te dije antes— Finalmente soltó la bola, devorando todo en su camino.

—Los primigenios generan más vampiros, cada uno que generen les da más poder por cada víctima qué estos consuman, así que es un ciclo sin parar— Nayeon de estiró un poco.

—Ese era de rango alto— Dijo Nayeon, contradiciendo lo de Jennie. —Solo que estaba tan hambriento y desesperado que ni siquiera se dio cuenta que eramos dos elfas— Hizo un gesto de que la siguiéramos.

—Si hubiera tenido todos sus instintos normales, habría sido un problema pequeño— Explicó.

Kollision - Sana & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora