017

21 1 0
                                    


-No pensaba que fueras a dominar la magia tan rápido- Me miró con orgullo Nayeon. -No paras de pedirle que te recupere el maná, pareces una niña pequeña- Regañó en cierta forma Jennie.

Mientras empezaban a hablar ellas dos, un pajaro llegó hacia donde estábamos, siendo un ave mensajera.

-Dice que si no vamos con urgencia hacia el rey, nos van a declarar a los tres objetivo militar- Dijo como si nada Jennie.

-Estamos lo suficientemente lejos, puedo usar la teleportación- Dijo Nayeon, sentándose a meditar.

-Es una magia de alto grado, si conoces donde estas, y hacia donde quieres ir, puedes trazar un camino mental, mientras más lejos, más te toma crear la base- Explicó Jennie.

-Estamos lejos, así que quizá le tome una o dos horas en total- Añadió al final.

Me miró Jennie. -En un mes lograste desarrollar lo que a cualquiera le habría costado años, trata de mantenerlo oculto- Explicó.

-Siéntate- Tocó al lado de ella, sonriendo.

-No emites maná alguno porque tu cuerpo y alma no se coordinan, usalo a tu beneficio, todos pelean en base a la confianza que tienen por sentir o no peligro- Añadió. Suspiró. -Probablemente te usen cono arma, así que lo mejor es que te pongan de médico encubierto- Pasó a ser más seria.

-Si quieres volver a ver a... - Me miró otra vez, desviando la vista rápidamente. -Tus hermanos... - Suspiró. -Tienes que volverte muy fuerte- Pidió.

-Al nivel de nosotras como mínimo- Se puso la mano en el pecho. -Cura a todos los que puedas, se un buen chico- La miré, por una fracción de segundo viendo a Jihyo.

-Intentaremos visitarte una vez cada tantos meses, quizá una vez por año esté bien- Me miró, asintiendo yo.

Pasamos lo que duró Nayeon canalizando la teleportación hablando, dándome consejos sobre cómo debería de vivir ahora.

En un pestañear habíamos cambiado de lugar, siendo ahora frente a un gran castillo. -No quería meternos directo en el medio del castillo, quizá lo rompiamos y todo- Pensó. -En dos meses lograste lo que ningún otro humano, supongo que no te van a ejecutar ahora- Suspiró, viéndose cansada por el uso de maná de aquel hechizo. Recobré sus energías por última vez.

Los tres entramos al castillo, estando una gran cantidad de mujeres adultas en filas de ambos lados.

Después de quizá un minuto caminando, llegamos frente al rey, sentado en un trono dorado, visiblemente viejo ya.

Copié las acciones de Nayeon, arrodillandonos.

-Tengo entendido que el niño de cabello oscuro rompió el equilibrio de los arcángeles- Alcé la vista, estando su vista en mi.

-Dado que nunca había ocurrido nada siquiera parecido, y en vista de que no tiene padres biológicos, se quedará aquí- Escuché como ambas elfas suspiraban.

-Después de algunas investigaciones, comprobaremos si será ejecutado, o no- Jennie me advirtió de eso.

-Wendy- Dijo el rey, escuchando unos pasos detrás. -A partir de hoy, estará en tu escuadrón- Señaló el rey.

-Entendido- Seguido de eso, escuché esos mismos pasos, pero caminando de regreso.

-Pueden irse, elfas- Ambas se levantaron, pudiendo solo ver sus piernas, luego las sombras que iban dejando.

-Levántate- Seguí su orden. -Sigue a tu líder- Me indicó, mirando hacia atrás, viendo a quien tenía que seguir ahora.

Pese a que el rey tenía un aura abrumadora, no me afectaba demasiado.

Una vez habíamos salido del salón principal, vi como era notable la decepción de la tal Wendy, teniendo el cabello corto y teniendo la misma estatura de Nayeon.

-Primero tengo que ver si siquiera puedes defenderte- Salimos finalmente del castillo, viendo las grandes murallas a la lejanía, dentro estando sientas de casa y edificios.

Después de un rato bajando, llegamos a una especie de campo.

-Joy- Se acercó a otra mujer, hablando un momento ellas.

Me indicó ponerme en un sitio del campo, yendo ella al otro lado. -Joy pondrá una protección sobre ti, va a evitar que recibas daño mortal, resiste con todo lo que puedas- Indicó, asintiendo.

Una vez sentí el campo rodeandome, a la vez sentí un gran golpe en el estómago, mandándome unos cuantos metros hacia atrás.

Curé mis heridas, entendiendo que tenia que pelear quisiera o no.

Despliegué dos de mis espadas, encargadas de defenderme de los ataques físicos. Ella paró un momento a analizarlas.

-Nova- Junté mis manos, separandolas después y manteniendo la bola en una mano. Activé la auto potenciacion en mi cebrero y piernas, dando un paso largo y frenando al estar a un lado de ella, dándole de lleno con la Nova, mandándola a bolar ahora yo.

- ¡Para! - Escuché gritar a Joy, parándome en seco. Vi como salió corriendo detrás de Wendy, yendo yo también.

En el camino iba escupiendo algo de sangre, remanentes del retroceso de usar la potenciacion.

-No esperaba que se moviera así de rápido- Le dijo la malherida Wendy a Joy. La fuí curando, recomponiendo el estado y la compostura.

-Lo siento por juzgarte tan mal- Se sentó en el suelo. -Si no hubiera enfocado la protección a ti, habrías muerto de verdad- Reveló Joy.

-No uses ese hechizo sin mi permiso- Ordenó. -No lo esperaba porque no emites ni una pizca de maná inestable, usar eso conlleva a mucho maná, pensaba que solo estabas imitando al original con maestría elemental- Explicó.

-Ya entendí el porqué el rey te puso a mi control, eres el arma secreta perfecta para el espionaje- Me miró sonriendo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 21 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Kollision - Sana & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora