𝒆𝒑𝒊𝒍𝒐𝒈𝒖𝒆

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Lía bajó las escaleras para encontrarse con su hermana

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Lía bajó las escaleras para encontrarse con su hermana.

Lía llevaba un hermoso top blanco con unos pantalones negros largos anchos, no llegaban a ser un chándal, su material no era el mismo.

Se puso dos gomas negras de pelo.

El tiempo que estuvo en Hawai, se puso el pelo más claro, sí, era rubia natural, pero era un rubio más oscuro del que quería.

Se puso sus anillos de siempre y unas gafas de sol.

No lo iba a negar, extrañaba estar todo el día sintiendo la fría sensación del agua del mar tocando sus pies.

Pero dentro de poco volvería.

Se enchinó las pestañas y luego se puso un fuerte gloss.

Lidia llevaba un top negro con la parte superior roja fuerte, era de pelo sintético.

En la parte de abajo, optó por ponerse una falda de un tono rojo un poco más claro que el anterior, pero seguía siendo rojo oscuro.

Se puso unas pulseras junto a su pulsera de Pandora. También se puso pendientes, eran joyas que le empezaron a gustar no hace mucho.

Se puso un delineado y rímel. Luego, se puso su pinta labios de Florence, el tono más natural que encontró.

 Luego, se puso su pinta labios de Florence, el tono más natural que encontró

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Llegaron a la casa en la que todo sucedería.

Entraron a un elegante comedor con una mesa no muy larga en el centro. Los asientos tenían sus respectivos platos, que en un rato se llenarían de comida que no tardaría en desaparecer.

Lidia había conseguido estar más cómoda con su cuerpo, ya no tenía problemas alimenticios, pero un día le diagnosticaron una leve diabetes, tenía que ir controlando el nivel de azúcar.

Se encontraron con Juani y Blas que les dijeron donde era su sitio en la mesa.

Lidia se sentaría entre Lía y Blas, Lía al lado de su hermana y al lado de un asiento que, por el momento, estaba vacío.

Solo por vos/ AguslainnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora