CAPITULO 15

98 33 15
                                    

SEOKJIN

Sí, no me estoy divirtiendo. Para nada. Debería estarlo. Puedo reconocerlo, pero no lo estoy. Es viernes por la noche, y soy un universitario en un bar con su mejor amigo. Debería estar feliz ahora mismo. Pero lo único en lo que puedo pensar es en el chico que está coqueteando con mi mejor amigo. Y en cómo quiero romperle la mano cada vez que toca a Taehyung. Son pequeños toques sutiles, pero me están volviendo loco. Y luego está la chica simpática que se sienta a mi lado en el bar, que hace todo lo posible por llamar mi atención.

Pero mi atención está perdida y totalmente atascada en Taehyung y el Sr. Tocón. No sé cómo se llama. Se presentó cuando él y su amiga, la chica junto a la que estoy sentado, se acercaron a donde Taehyung y yo estábamos pidiendo nuestras bebidas. Se abalanzó sobre nosotros. Sus ojos se clavaron en los de Taehyung, acosándolo al instante. Bueno, tal vez no, pero definitivamente lo quería desde el principio. Y cómo mierda sabía que no estábamos juntos me cabrea de verdad. Quiero decir, qué imbécil asumiendo.

—Entonces, ¿cuál es tu especialidad?—Ah, claro. Irene me está hablando.

Le doy un trago a mi cerveza. —Kinesiología. —Sus ojos se abren como los de la mayoría. Nadie espera que un cabeza hueca como yo ponga ‘ología’ al final de su carrera. —Es lo que necesito para ser entrenador atlético. —Aunque, como no puedo subirme a un puto coche, estoy bastante seguro de que eso nunca va a pasar. Al menos, no un entrenador para cualquier tipo de equipo, ya que viajan mucho.

—Oh. —Sonríe como si eso tuviera más sentido. —Eso suena divertido.

Es muy guapa. Tiene el pelo castaño, largo y liso. Lleva unas gafas que me gustan mucho, pero no quiero pensar en el hecho de que me recuerdan a las gafas de Taehyung, que no lleva esta noche. Va vestida con vaqueros y camiseta, que también me gustan. No ha salido para que conquistar. Creo que sólo salía para pasar el rato con su amigo, que ahora tiene las zarpas encima de mi amigo en la pista de baile.

—¿Qué le pasa a tu amigo?

Se gira para mirar a su amigo y luego vuelve a mirarme con curiosidad. —¿Minho?

—Claro—, digo en tono entrecortado, intentando no burlarme de su nombre.

—¿A qué te refieres? Es mi mejor amigo desde el instituto. Es un tipo estupendo.

—Ya. —Miro a Minho mientras su mano serpentea por la espalda de Taehyung. —Parece supergenial.

—¿Estás bien? —Parece preocupada y sé que estoy actuando como un loco. Taehyung no es mío. Se le permite ligar. Demonios, durante mucho tiempo, hice de su copiloto cuando salíamos así. Pero esta noche, simplemente no quiero verlo.

—Estoy bien.

Su mano se mueve hacia mi muslo, no de una manera maliciosa, sino más bien para ver cómo estoy, y sus ojos se encuentran con los míos. —¿Estás seguro? Estás pálido.

—No me siento así. —Me levanto de la barra. —Lo siento.

Parece decepcionada pero no se mueve de su asiento. —No pasa nada. Lo comprendo. La verdad es que no esperaba encontrar a nadie esta noche. Sólo quería desahogarme después de un examen muy difícil, y Minho pensó que ésta sería una buena forma de hacerlo.

—Espero que te lo pases bien. Cuídate—, añado mientras camino hacia Taehyung y Minho, sorprendiéndolos a ambos, pero es Taehyung quien habla.

—¿Estás bien?

—No—, le digo. —Quiero irme.

—Quizá podrías acompañar a Irene a su casa. Vive cerca—, dice Minho, y mis ojos se entrecierran en su dirección. Está claro que quiere librarse de mí.

DAÑADO (Libro III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora