Capítulo 8

23 5 0
                                    

Finales de agosto

June

El verano con Tyler estaba siendo increíble. 

Nunca habían pasado tanto tiempo juntos, pero la verdad, no le disgustaba ese cambio.

¿Cómo te va a disgustar?

No tenían muchos sitios a los que ir, y Tyler trabajaba algunos días, pero conseguían crear planes distintos y fascinantes todas las semanas.

Por lo general, cuando Tyler trabajaba, June cogía un libro de la biblioteca y se sentaba en uno del los bancos del jardín a verle trabajar.

Aunque no solía avanzar mucho en su lectura, porque la mayoría de las veces, acaba quedándose mirando a Tyler mientras regaba las plantas.

Que romántico

En verano, el único trabajo que tenía como jardinero era regar las plantas y podar algún que otro árbol. Su padre, como siempre, le había dicho que no hacía falta que trabajase en verano, ya que tenían manos suficientes, pero Tyler, tan testarudo como siempre, insistió y siguió trabajando durante las vacaciones. Al haber bastante gente trabajando, la jornada laboral se reducía a tres días a la semana, y a un par de horas al día. 

Así que June decidía esperarle para aprovechar más los días, y bueno, tampoco es que le supusiera un problema verle trabajar unas horas. 

Alguna que otra vez, él se giraba y la pillaba observándole, y esbozaba una sonrisa burlona mientras June, muerta de vergüenza, se volvía rápidamente a su libro.

Pero aparte de esos pequeños episodios de vergüenza, June se sentía más confiada a la hora de estar con Tyler. Ya no estaba tan nerviosa como antes cada vez que se quedaban cerca. Se había convertido en parte de la rutina.

Seguían yendo al árbol, su viejo roble, o su recién bautizado por ellos "lugar especial", y disfrutando de los atardeceres tumbados en la hierba.

También habían ido al lago una que otra vez —y esta vez June se bañó a voluntad propia—, y a hacer planes como picnics o dar vueltas por la ciudad.

Incluso un día habían ido a la playa. Su padre tenía un viaje de negocios en la costa, y decidió que sería buena idea quedarse allí unos días para disfrutar de la playa.

Cuando se lo contó a June, ella le pidió si podía ir Tyler también, y él estuvo de acuerdo.

Sus padres adoraban a Tyler desde siempre, ya que él y su madre eran buenos amigos de los Baker, y les trataban cómo si fueran de la familia,  a pesar de que trabajaran para ellos. La idea de que viniera Tyler les pareció tan fantástica, que incluso invitaron a la señora Brown a que fuera también, con todos los gastos pagados.

Aún recuerda la emoción de la madre de Tyler cuando se lo dijeron, ya que sería la primera vez que fuera a la playa. Pero lo que más emocionó a June, fueron las palabras de Tyler mientras la abrazaba:

—No sabes lo feliz que nos has hecho. Gracias.

Fue una aventura muy divertida, sobre todo el día en que Tyler vio a un cangrejo por primera vez. Se asustó tanto al principio, que el pobre salió corriendo porque pensaba que le iba a enganchar con las pinzas.

Lagunas VerdesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora