Eve quería llorar, gritar, desgarrarse la piel y mostrar su dolor en lugar de estar preparándose para un banquete. Al día siguiente asistiría a la coronación de un reyde un país al que no pertenecía. Por mucho que lo quisiera, Hjalmar nunca sería suyo.
Lo había buscado por toda la fortaleza pero la política lo tenía demasiado ocupado. El objetivo era reunir votos y tampoco se le daba demasiado bien. Aún así, Eve sabía que si él se convertía el rey, ella debería marcharse de Skellige. Por primera vez en mucho tiempo, quería volver a casa, abrazar a Olgierd y llorar a Vlodimir.
La carta que había escrito al único hermano que le quedaba estaba llena de preguntas. Cómo, cuándo, por qué no intentaste impedirlo, dónde está enterrado y si ya iba siendo hora de volver. Estaba encerrada en las intrigas de una familia que era la suya, fingiendo que algún día pertenecería a aquel sitio.
Llamaron a la puerta. Era un sirviente llamado Arnvald que le informaba de que Hjalmar quería que fuera ya al banquete. Eve se sintió como un trofeo que iba a ser exhibido, o peor, ignorado.
Hizo de tripas corazón y siguió a Arnvald al salón principal. Estaba abarrotado de gente bailando y riendo. Hjalmar hablaba con Folan en un rincón de la sala así que se acercó a él.
—¡Eve! Dile a Folan que está cometiendo un terrible error.
—Cerys no ha llevado a decenas de hombres hasta la muerte.
—¿Y qué? ¿A quién van a apoyar los jarls?
Por desgracia, Cerys estaba escuchando la conversación. Eve no había vuelto a hablar con ella desde su momento tenso en la cena. Parecía que hubiera estado evitándola desde entonces. La muchacha se puso en pie y enfrentó a Hjalmar.
—Desde luego no a un idiota sin cerebro.
Eve intentó agarrar del brazo a Hjalmar para evitar una pelea entre los dos hermanos. Él no pareció notarlo y se dirigió al centro de la estancia para encarar a su hermana. Sus problemas no terminaron allí, porque Geralt de Rivia apareció acompañado con Arnvald. Por lo menos, Eve esperaba no tener que enfrentarse a él esta noche, pero, como con ella y Folan, habían hecho una excepción.
—Tengo el mismo derecho que tú, Hjalmar.
—No esperaba que me robaras a mis aliados. ¡Soy el único an Craite que se merece el trono!
—¿Solo porque no tengo pelo en la cara? Te derroté la última vez que peleamos.
—¿Sí? Pues enfréntate conmigo a los vildkaarg. ¿Quién lo hará mejor? Tú... o Hjalmar el Matagigantes.
—Deja de fanfarronear con un mote que tú mismo te has puesto. —Cerys se dio la vuelta y dejó a Hjalmar con la palabra en la boca.
—Dioses, es tan...
—¿Terca? ¿Impulsiva? ¿Fiera?—dijo Anrvald.
—Vale, vale, lo pillo. Cerys y nos parecemos mucho.
Geralt de Rivia casi no prestó atención a Eve para su tranquilidad. Solo preguntó por Crach. Eve buscó la protección de Hjalmar, que se dirigía hacia donde estaban los vildkaarg. Pensaba desfogarse dando puñetazos. Eve lo conocía bien y sabía que la seguridad que aparentaba era totalmente falsa.
—Hjalmar, ¿podemos hablar un momento?
—¿Ahora?
—Sí, o las anteriores veces que te he preguntado.
—Eve, cambia esa cara y disfruta. En Skellige los banquetes siempre son entretenidos.
—¿Quieres decir ver como uno de esos vildkaarg te parte la cara? —Hjalmar se lo tomó como un reto.
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Tormentas de Skellige (The Witcher 3)
FanfictionÚrsula von Everec es una noble de Redania que de la noche a la mañana perdió toda su vida. Ahora tiene que hacerse un hueco sin su fortuna en un mundo asediado por la guerra. Su camino la lleva a trabajar para el rey de Skellige como alquimista y cu...