Se necesita coraje para cambiar las cosas, para dejar de mentirnos, aceptar nuestras realidades y cumplir nuestros sueños.
¿Eres lo suficientemente valiente para hacerlo?.
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Alejandro.
Bastaba con una sola mirada de Alegre para descifrar la autenticidad de mis palabras, y estaba acostumbrado a que tuviera ese poder sobre mi. No importaba que tanto me esforzara en cubrir mis labios con una sonrisa perfecta, ella siempre la vería como otra mentira fallida. Alegre lograba que me sintiera vulnerable y desnudaba mi alma sin esfuerzo alguno. Es fácil ser yo mismo cuando estoy a su lado, pero, todo es distinto con mi familia; ellos sufrirían por mi culpa. Estaba dispuesto a darle toda esa explicación a Alegre, pero justo cuando iba a hablar, ella me interrumpió con un beso.
Sus labios se complementaron con los míos, suavizando mis pensamientos y derritiendo mi cuerpo en una cálida sensación que solo ella podía provocarme. Alegre sabía a fresa, como una mezcla agridulce que me llevaba a la locura; y es que esa era mi realidad: Estaba totalmente loco por ella.
—Hagamos algo.—habló entre besos—Dentro de dos días, cuando acabe del periodo del alquiler; yo iré a casa de mis padres, y tú hablarás con tus primos y hermana.—mordí su labio inferior, haciéndola reír—Luego de eso, recorreremos el mundo, juntos.
—Odio que puedas hacerme cambiar de parecer tan rápido.
—Tal parece que soy una experta en cambiar las cosas.—sonrió como una niña pequeña.
—Eres hermosa, chica del suéter.
—¿Sabes algo? He terminado tomándole cariño a ese estúpido apodo.
—Mi pequeña y hermosa chica del suéter.—volví a besarla, solo que esta vez con un poco más de fuerza.
—¿Qué te parece si vamos a la piscina?.—propuso.
—¿Quieres follar en la piscina?.—fruncí el ceño mientras hablaba.
—¿Qué? Claro que no, pervertido. Quiero ir a aprovechar lo que nos queda aquí.
—Alegre.....no creo poder ir a ninguna parte ahora.—tomé su mano y la presioné sobre mi entrepierna.
Una sonrisa traviesa decoró su rostro antes de que comenzara a quitarse la camiseta, seguido de su sostén, quedando expuesta para mi.
—Incluso tu cuerpo es jodidamente perfecto.—susurré, sin poder apartar los ojos de ella.
—Y es todo tuyo.
******** Alegre.
Sin darme cuenta, me había tomado el tiempo de crear lazos—algunos más fuertes que otros—con las personas que ahora consideraba de mi entorno; y aunque era muy posible que los viera pocas veces en lo que me quedaba de vida, tenía la necesidad de hacerles saber lo mucho que me importaban y cuanto los extrañaría.
¿Es posible hacer amigos y enamorarte en menos de dos meses? Diría que si, solo que debes contar con la misma suerte que yo.
—¿Piensas quedarte ahí sentada todo el día?.—Hanni apareció a mi lado, sonriendo.—Los chicos están en la piscina, podríamos aprovechar para ahogarlos, así nos libramos de ellos.
—¿Por qué tan contenta?.—acomodé mi cuerpo sobre el sofá frunciendo en ceño.
—Hablé con Brandon, me contó sobre vuestra conversación; y lo único que diré al respecto es que......¡Estoy muy feliz de que por fin salieras de tu burbuja anti-sociedad y te abrieras al mundo!.
—Debo admitir que tenías razón.....
—Siempre la tengo.
—.....no se está tan mal aquí afuera.
—Hablando en serio, sé que nos hemos distanciado en estas últimas semanas, y creo que fue necesario para que cada una encontrara el lugar a donde pertenece por si sola; pero quería pedirte perdón por no apoyarte en momentos tan duros para ti. Esto de ser adultos está siendo duro para todos, como una tormenta de problemas que comenzó a arrastrarnos de sopetón; y no me estoy justificando, te di de lado accidentalmente y fue mi culpa totalmente.—bajó la vista al suelo, avergonzada—Me estoy yendo del tema, lo que quiero decir es que, serás mi mejor amiga siempre, y prometo recuperar todo el tiempo perdido.
—Hanni, lo importante es que estás aquí ahora, ¿no crees?.—tomé sus manos en un gesto reconfortante y cálido—Ahora, vamos a divertirnos un poco.
A medida que corríamos por la casa, el volumen de los gritos, chapoteos y risas provenientes del patio trasero, aumentaba; animándonos a deshacernos rápidamente de la delgada ropa de verano que cubría nuestros bikinis y unirnos a la fiesta.
—¡Chicas, hundan a Brandon!.—gritó Oliver desde el agua, mientras trataba incansablemente de sumergir la cabeza de mi hermano.
Hamni fue la primera en lanzarse a la piscina con el mismo estilo con que hacía todo, segundos después, imité su acto, solo que con más torpeza. Creamos una pequeña guerra contra Brandon, a la que los demás se nos fueron uniendo poco a poco, incluido Bobby, el cual ladraba desde el borde.
—¡Déjenme en paz!—se quejó el aludido—Sois más pesados que el primo de Harry Potter.
Estuve a punto de responderle cuando un empujón que supuse que iba dirigido a mi hermano, me lanzó hacia atrás; terminando en la zona donde mis pies ya no tocaban el fondo. Pero la tortura no duró demasiado, ya que unos brazos fuertes, que ya conocía bien, me agarraron por la cintura.
—Tengo que enseñarte a nadar urgentemente, chica del suéter. Aunque prefiero no hacerlo, así puedo seguir salvándote.
—No necesito ser rescatada, mentiroso, siempre me he caracterizado por ser independiente.
—Ya lo sé, cariño, eres mucho más fuerte y valiente que yo; pero debes saber, que a pesar de que no me necesites, siempre estaré ahí para cuidarte.—besó mi hombro con delicadeza.
—Oigan, parejita, ¿Les importaría dejar el romance para otro momento, y venir a ayudarme?.—pidió mi hermano, sin saber que nosotros estaríamos peliando en el lado contrario al suyo.
Esa tarde, no solo se escucharon risas, si prestabas la atención suficiente, podías escuchar como las miradas de los allí presentes gritaban a todo pulmón la palabra "adiós"; porque esas horas no eran más que el inicio de una divertida y emocionante despedida.
—————————- hola!! como están? espero que les haya gustado el capítulo<3!.
Pasaba para decirles que NO habrá escenas +18 en esta historia, no me siento cómoda escribiéndolas porque creo que no va con la trama.
Es posible que próximas historias si que tengan, ya que no es un género que me desagrade escribir.
