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Ya era de noche, no había pasado mucho desde que empezaron a hacer las cosas para la fiesta del recién llegado, quizás habian pasado una o dos horas. Aun que Ramón no disfrutara organizar fiestas, tener a Poppy cerca le hacia parecer que el tiempo pasaba volando.

Había ayudado a su amiga en lo que pudo, tuvo que tener en cuenta varías cosas que su amiga le habia pedido para la seguridad del desconocido. Varias de esas cosas lo habían desconcertado un poco, pues no eran cosas usuales, pero aun así, hizo todo lo que pidió.

"Ramón, necesito que el lugar esté lo más oscuro posible. Las luces no tienen que ser fuertes. Quita todo aquello con lo que alguien podría tropezarse. También necesito que te deshagas de todos los objetos filosos, de poder ser consigue cosas de punta redonda, por favor. "

Se le hacia extraño, pues Poppy no solía pedirle cosas del estilo. Pensó que quizás ella solo estaba exagerando para causar una buena impresión. Y de hecho, así era.

Ella nunca habia tenido que recibir ni tratar con alguien como él. Sabía bien que todos eran diferentes y que las diferencias no eran algo malo, pero nunca pensó que tendría que adaptar una de sus usuales fiestas luminosas, destellantes y coloridas solo por un solo troll. Un troll que ni siquiera le habia pedido que hiciera todo eso por su simple llegada y que de hecho, le habia dicho que él debía adaptarse en lugar de todos adaptarse solo por él. A fin de cuentas, era un desconocido para todos en la villa.

Pero ella no lo dejó así, claro que no. Ella haría lo que fuera para que alguien nuevo se sintiera totalmente cómodo y sabia que sus amigos y su pueblo también lo harían. O al menos la mayoría.

Ramón sabía lo considerada que era su amiga, por lo que, aun sin saber el motivo del porqué pidió todo eso, lo hizo al pie de la letra.

Había quitado todas aquellas ramas y piedras que se encontraban en el espacio que iban a utilizar. Habían mesas redondas en las que había una gran variedad de comida, y tal como lo pidió Poppy, no habia nada filoso. Se habia encargado de que las luces del lugar fueran lo suficientemente suaves para no ser abrumadoras pero lo suficientemente fuertes para ver bastante bien. A sus propias palabras, era bastante acogedor.

.  .  .

Tras pasado un rato, Poppy habia vuelto con varios trolls que tenían canastas en las que anteriormente habian invitaciones para aquella fiesta. Trolls que Ramón pudo reconocer como Cooper, Chiquilina, Diamantino, DJ y Grandulón; quien tenía al Sr. Peluche dentro de la canasta. No pudo evitar sonreír ante eso último.

Poppy, quien estaba muy emocionada, se acerco dando saltitos hacia Ramón.

— ¡Ramón! ¿Cómo está todo? — La de cabello rosado preguntó con emoción. No podía esperar más para que todos llegaran y tuviera que ir a buscar al troll recién llegado.

— Ah, Poppy. Está listo todo lo que me pediste. Pero siempre podemos hacer una última revisión para ver si no falta nada. — El de tonos azulados se cruzó de brazos, estaba un poco orgulloso de haber podido cumplir con las peticiones que le había dejado.

Pero antes de que su amiga pudiera decir algo, trolls comenzaron a llegar, llenando el lugar con más voces y más ruido. Suspiró al darse cuenta que ya no habia tiempo para una última revisión, sin embargo confiaba en su trabajo y en que lo habia hecho bien.

Poppy soltó un chillido de emoción antes de negar con la cabeza.

— No es necesario Chikiramón, ¡estoy segura de que lo hiciste increíble! — Halago al chico. — ¡Iré a buscar a nuestro invitado especial, ya vuelvo!

Consulta médica | Ramón x Male reader - Trolls Donde viven las historias. Descúbrelo ahora