En El Bosque De Bambú [garucca]

Capitulo 20: Suegra, madre, hija

La luz de la luna inundaba la habitación, la joven de cabello negro aún con bata caminaba por la habitación con su bebé en brazos, intentando calmar su llanto.

-. Tranquilo Garu, ellos ya se fueron -. Hablo la joven madre, comenzó a tararear una canción esperando así calmar a su bebé. 

Está noche fue el primer ataque, se infiltraron a la residencia de los Sanada con las intenciones de secuestrar al hijo del Señor Sanada, un claro ataque de los Takajashi, un ataque que marco el inicio de una guerra. El miedo en la habitación era evidente, no se sentía tranquila sabiendo que pueden venir otra vez por su hijo.

De pronto el señor Sanada entro a la habitación, se veía agotado, después de todo tuvo que controlar la situación en plena madrugada y todo era un caos.

Se dirigió a su esposa con una cansada sonrisa, después de todo ambos son su felicidad y su todo, la mujer le sonrió de vuelta mientras que su hijo aún lloraba.

-. Creo que sigue asustado...

-. Papá ya se encargó de acabar con los malos Garu -. El hombre tomo al niño colocándolo en su pecho, el pequeño poco a poco comenzó a calmarse.

-. Supongo que se preguntaba por qué tardaste tanto.

-. Todo es un caos, papá va a estar muy ocupado de ahora en adelante -. Dijo acariciando suavemente la espalda de su hijo.

La mujer miro abajo sintiendo mal, tenía bastante miedo de lo que pudiera ocurrir ¿Que tal si le pasaba algo al clan? ¿A ella o a su familia? El hombre noto el estado de su esposa.

-. Soomin, tranquila, podremos solucionar esto -. El hombre se acercó más a ella y la abrazo con la mano desocupada que tenía -. Sera difícil, pero con ustedes a mi lado se que lograremos salir de esta...

-. Prometí estar a tu lado ¿Lo recuerdas? En las buenas y en las malas...

-. Hasta que la muerte nos separe... -. Ambos se miraron, sonrieron al recordar tan hermoso día -. Yo hago esto por ustedes, por nosotros, son lo más importante que tengo ahora...

-. Pienso lo mismo -. Sonrió, volvió a mirar a su hijo y el pequeño ya se había dormido en los brazos de su padre  -. Supongo que eres el único que puede hacer que se calme.

-. Siento que movería el mundo solo para que el estuviera bien, así de tranquilo... viviera como se lo merece -. Beso la frente de su hijo mientras lo seguía abrazando.

-. Ya lo haces -. Sonrió la mujer.

-. Muero por ver en el hombre que se va a convertir... -. Sonrió Hyun mirando a su esposa.

-. Será alguien honrado como tú, de eso estoy segura...
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El ninja caminaba de un lado a otro desde los pasillos del aeropuerto, sentía como el mundo giraba y la tierra lo iba a escupir, quizás estaba alucinando por la resaca, pero nada cambia el hecho de que en este momento está esperando que su madre bajo por esas escaleras.

Mientras tanto pensaba en como decirle sobre Pucca ¿Por dónde iba a comenzar? "Hola mamá, te explico que tengo una novia con la que voy saliendo casi un año a tus espaldas" bueno debe hallar como decirlo sin que suene tan temeroso.

Miro a las escaleras, de pronto sintió tácticas conocidas, el era un ninja y sabía cuando el área estaba totalmente vigilada, sobretodo cuando la vigilan los mismos ninjas de su clan.

El eco de unos tacones se comenzó a acercar, el ninja volteo y pudo encontrarse con aquella figura imponente que hace doblegarse a cualquiera.

El cabello negro lo sostenía por un moño bajo, adornado por un kanzashi muy elegante, luciendo un abrigo color café que llega hasta sus tobillos, debajo de ese gran abrigo llevaba un elegante conjunto negro y claro lo que más destacaba, el hermoso rubí que portaba alrededor de su cuello que solo hacia resaltar sus ojos iguales a los de su hijo y  la belleza que posee apesar de su no tan avanzada edad.