Capitulo 17: Brillar

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Las rayos del sol se colaban por la habitación de la joven, Pucca despertó con una gran sonrisa, acaricio a su gatita Yani quien aún seguía dormida.

Se levantó de su cama y fue a darse una ducha rápida. Luego de su ducha se vistió rápidamente con su clásico suéter rojo y pantalones negros.

Se miro en el espejo, sonrió y comenzó a peinarse con sus típicos odangos. Al terminar su peinado se miro en el espejo con una gran sonrisa, tenía el presentimiento de que este día sería tan alegre y maravilloso como los demás.

¿De verdad merezco que mis días sean felices?

Pucca

No sé porque pensé eso de la nada ¡Claro que merezco que mis días sean felices! Todos merecemos eso... ¿Verdad? El fugaz recuerdo de la tortura que viví cuando era niña volvió a invadir mi pensamiento.

Sacudí mi cabeza y volvi a mirarme al espejo. Eso está en el pasado, ahora tengo una mejor vida gracias a mis tíos, a mis amigos y a Garu. Vivo como alguien normal.

Pero no eres alguien normal...

Volví a sacudir mi cabeza, tengo de distraerme para dejar de pensar estas cosas... ¡Ya sé! Una cita con Garu es lo que necesito ¡Si! El siempre me hace sentir mucha paz y alegría. Tome mi teléfono y no dude en marcarle.

-. ¡Cariño! -. Exclame en el teléfono.

-. "Pucca ¿Sucede algo? ¿Estás bien? Puedo ir de inmediato al restaurante" -. Me preguntó algo alterado.

-. Buenos días a ti también -. Rei levemente -. Estoy bien, no te preocupes.

-. "¿Segura? Sabes que si te sientes asustada puedes decírmelo..."

-. ¿Por qué debería sentirme asustada? -. Comenze a reír -. Pero de eso no quiero hablar ahora. Quería saber si tienes tiempo libre hoy, ya sabes puedo ir a tu casa y ver alguna película...

-. Tengo tiempo libre en la tarde -. Contesto, me molestaba tener que esperar hasta esa hora.

-. ¿Que tienes que hacer ahora? -. Pregunté.

-. Cariño, sabes que tengo entrenamiento todos los días...

-. ¿No puedo acompañarte?

-. "Me encantaría, pero esta vez no, me voy a un lugar tranquilo a meditar" -. Suspire pesadamente.

-. De acuerdo, entonces te veo en la tarde ¡Te amo mucho!

-. Yo también -. Y la llamada se cortó.

Ya en la mañana me encontraba en el restaurante trabajando como siempre, aunque esta vez me estaba esforzando aún más.

-. Tranquila querida, aún no hay clientes... -. Comento mi tío Ho.

-. ¡Eso no es excusa para seguir esforzándome! -. Conteste bastante animada mientras seguía limpiando las mesas, mire a mis tíos quienes seguían mirándome preocupados -. Estoy bien, no tienen de que preocuparse...

-. Querida entendemos si no quieres hablar del tema... -. Comenze a ponerme nerviosa.

-. Pero creemos que es momento para habla... -. No lo soporte más y los interrumpí.

-. ¡O-Oh! Me acordé que aún tengo que practicar con mi tambor -. Corrí rápidamente a las escaleras -. ¡Avísenme si necesitan mi ayuda!

Entre a mi habitación y cerré la puerta con fuerza, recargue la espalda en la puerta intentando tranquilizarme, no necesito oir de eso, no quiero recordarlo.

En El Bosque De Bambú [garucca]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora