PlayBoy

Capítulo 17

"Es una pesadilla" Pete respiraba con rapidez mientras corrían por el pasillo "Sólo es una pesadilla. Últimamente tiene muchas, no pasa nada"

Vegas asintió, pero lo siguió cuando entró en la habitación. Benz se desgañitaba bajo las sábanas, con las mejillas encendidas.

"Papi" alzó los brazos para que Pete lo abrazase. Acabó sentándose en la cama para estrecharlo contra él "Papi"

"Ya pasó, mi amor" le besó la coronillas "No pasa nada, estoy aquí"

Benz apretó un puño en la tela de su camiseta, lloroso.

"¿No te vas?" le temblaba el labio inferior. Pete le secó las lágrimas, suspirando.

"No, Benz. No me voy a ningún sitio"

"¿Podemos quedarnos? ¿Te p-perdonó ya?"

Parpadeó.

"¿De qué hablas, cariño?" le pasó la mano por la frente; ¿le había bajado la fiebre? ¿Estaba un poco más templado que antes de dormir? ¿Debía destaparlo?

"Papá " Benz alzó una mano para señalar a Vegas, que seguía observándolos de pie "¿Te va a perdonar?"

Pete tragó saliva.

No pensó que fuera a recordar esa conversación del día anterior, corriendo de taxi en taxi y respondiendo a preguntas sin pensar demasiado.

Y desde luego, no pensó que fuera a recordársela delante de Vegas.

"Yo..." balbuceó. Se sintió enrojecer; era lo último que le apetecía explicar en aquel momento. Pero Vegas no se inmutó.

"Espera. No tardaré" murmuró para su alivio, saliendo de la habitación. Pete se volvió hacia Benz, que ocultó el rostro en su pecho, sin esperar respuesta. Parecía más tranquilo; su respiración se calmaba por momentos.

"Tenemos que irnos, ¿verdad?" susurró con la voz pastosa. Pete respiró hondo y le acarició el pelo oscuro, suspirando.

"Sí" murmuró.

"Papá no nos quiere"

Se le cortó la respiración; un cuchillo invisible le bajó por la garganta. Podía sentir el dolor latente, pesando en sus hueso durante cinco años, afilado y profundo y constante. La ausencia de Vegas lo perseguía hasta en sus sueños, sangrante. Y ahora, en una casa empapada de su olor, de su presencia, Pete acariciaba la vida que Vegas se habia construido poco a poco, extraña, maravillosa y aséptica como una película.

Se sentía como una pieza de un puzzle que Vegas ya había tirado. 

Su hijo tenía razón.

"No digas eso" se separó de él para mirarlo, firme. "Eso no es cierto, ¿me has oído? "

Su hijo no se inmutó.

"No nos quiere y no te perdona" insistió con tristeza "Quiere que nos vayamos de su casa."

"Benz" lo interrumpió, sintiendo un nudo en su garganta que crecía a cada momento, doloroso "Papá nos quiere, pero está casado y tiene a su mujer, y ella se enfadará si nos quedamos aquí. Te dije que sólo nos quedaríamos un día, ¿vale? Ahora tenemos que irnos"

Benz parpadeó, sin dejarse impresionar. 

"¿Por qué se enfadará?"

Cogió aire.

"Porque esta es su casa, y nosotros..." 

"¿Molestamos? "

"Claro que n..." empezó a decir, pero la puerta se abrió a sus espaldas, sobresaltándolo.