Vegas tenía la boca seca.
No lo soltó; no podía. Pero tampoco se atrevió a moverse.
"No lo digo por el bebé" empezó a tartamudear, consciente de su error " bueno, quiero decir, no sólo por..."
"No insistas. Por favor, no insistas ahora, Vegas"
Suspiró, esforzándose por ocultar el frío cortante que se había instalado en su pecho.
"Vale" murmuró. "¿Puedo quedarme aquí?"
Pete pareció encogerse todavía más.
"Sí. Por favor."
Tragó saliva.
"Eres el único omega que he querido nunca, Pete. No olvides eso"
No recibió respuesta, pero Pete se acomodó entre sus brazos, más relajado, y lo consideró una victoria.
Lo despertó la alarma de su reloj; lo tanteó a ciegas intentando acabarlo, pero no lo consiguió hasta que abrió los ojos.
Frunció el ceño al mirar a su alrededor; Benz dormía desde los brazos de Pete; se había acurrucado a duras penas en el diminuto espacio que quedaba en la cama, y se aferraba a las mantas con firmeza.
Vegas sintió inexplicablemente cálido invadiéndole el pecho al verlos juntos. Se levantó con cuidado y los cubrió mejor con las mantas antes de salir.
La mañana pasó lenta. Lenta y extraña. Echaba de menos los ojos brillantes de Benz, y no conseguía quitarse de la cabeza la imagen de Pete pálido, vulnerable, tumbado en la cama, con el médico inclinado sobre él.
Necesitaba protegerlo. Nunca había estado tan seguro de algo como de eso; daba igual lo que hubiera pasado; no tenía otra opción que protegerlo. Era su único objetivo en la vida, lo único que importaba realmente, el pilar sobre el que se sostenía. Llevaba cinco años sufriendo en silencio para intentar quitárselo de la cabeza, y ahora no tenía que hacerlo. El alivio era liberador, arrasador, exultante.
Acabó llamándolo. Pete tardó en contestar.
"¿Vegas?" preguntó en voz baja, y sintió un peso levantarse de su pecho.
"Hola" suspiró " no pasa nada, sólo... quería saber si estás bien"
"Oh. Sí, claro, estoy... he dormido un montón" le oyó balbucear. "Benz está viendo la televisión. Todavía estoy algo cansado"
"Vale" tragó saliva "duerme todo lo que quieras, Pete. ¿Has comido? "
"Sí. Muchísimo. Voy a explotar"
Vegas alzó las cejas.
"No te creo" dijo en voz alta, de buen humor. Pete tardó en hablar.
"No estás... ¿No estás enfadado conmigo?"
Parpadeó.
"¿Por qué iba a estarlo?"
"Porque estoy en estado y es tuyo y no estaba planeado y... está pasando otra vez. Voy a estropear tu vida otra vez"
Se frotó el puente de la nariz, en un esfuerzo por encontrar las palabras adecuadas para expresar cómo de completamente absurdo era eso.
"No vas a estropear nada" suspiró "y nada en el mundo podría hacer que me enfadase contigo"
Él tardó en contestar.
"¿A qué hora vas a volver?"
Sonrió.
"¿Me echas de menos?"
Le oyó bufar.
"Claro que no. Es para saber cuándo robarte la plata"

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PlayBoy
FanfictionVegas y Pete se reencuentran después de cinco años. A Vegas le ha ido bien. A Pete, no tanto. No es el reencuentro que ninguno de los dos habría imaginado.