Pete se miraba en el espejo con la cabeza inclinada, recorriéndose la marca con las yemas de los dedos.
Dolía, estaba empezando a curar, y le llegaba casi a la clavícula.
Se sentía profundamente tranquilo y a la vez extrañamente eufórico cada vez que la veía.
No quería dejar de mirarla nunca. Empezó a repasar mentalmente todas las camisas que tenía, en busca de una que la dejara ver.
Se decidió por robar una camiseta de Vegas, que le quedaría lo suficientemente holgada como para que se viese bien. Ninguna de las suyas le serviría; todas le tapaban bien el cuello. Estaba acostumbrado a taparse, para ahorrarse miradas indiscretas... cuando la marca no era de verdad. Pero ahora quería todas las miradas posibles; quería enseñar la marca de su alfa, quería demostrar que había conseguido lo que había soñado cinco años, que tenía un hogar y una familia. Y que había luchado a muerte por todo aquello.
La rozó con las yemas de los dedos experimentalmente, y dio un respingo. Tenía la piel sensible y hormigueante, y no soportaba el tacto de nada que no fuera su alfa.
"No sé qué estás haciendo" oyó decir a Vegas con la voz ronca, desde dentro de la ducha. "Pero deberías parar o meterte aquí conmigo. Preferiblemente lo segundo"
Rió.
"Lo siento" se disculpó, sin pizca de culpa.
Vegas salió con una toalla anudada en la cintura. Lo besó en la sien, con un ojo abierto y otro cerrado.
"Hm. Buenos días" murmuró,sonriendo.
Él se secó la cara con una toalla y se inclinó para besarlo con suavidad.
"No vuelvas a ponerte nada que no sea mío" susurró contra sus labios; Pete rió, pero no le dio tiempo a contestar. Vegas lo besó de nuevo, apretándolo suavemente contra él y buscando su estómago con las yemas de los dedos. Apoyó la frente en la suya cuando se separó de sus labios para dejarlo respirar; su pelo mojado le hizo cosquillas en las mejillas.
"No va a volver a tocarte, Pete." juró en voz baja "Ni él ni ninguno de esos... Esos..."
Pete notó un desagradable escalofrío recorriéndole el cuerpo. Asintió despacio; sabía que en ese momento Vegas estaba demasiado dominado por su propio instinto como para decir algo con sentido.
"No" aceptó en un susurro.
"No dejaré que te hagan nada"
"Lo sé"
"No vas a ir a la cárcel. No te van a alejar de mí, nunca"
"Hm" Pete cerró los ojos "No iré a la cárcel. Si me descubren, tengo un maletín lleno de información. Cincuenta candidatos bloquearían la investigación a cambio de esos papeles."
Vegas suspiró. Pareció volver a la realidad.
"Eres demasiado inteligente para mí." murmuró, sonando fastidiado, y Pete sonrió.
"Es una lástima. Eres mi alfa, te guste o no"
"Soy tu alfa "
Lo notó mordiéndole el cuello ligeramente, apaciguado. Pete le acarició la mejilla, respirando hondo. Podía hacerlo; los pulmones se le llenaban de aire templado, y no le dolía el pecho, y no se le erizaba el vello. No sentía miedo, sólo la presencia de Vegas, suave y protectora. Todo era tan perfecto que temía que se esfumase como una pompa de jabón. El miedo se resistía a abandonarlo.
"Vegas" jadeó, sin aire, y él sonrió. Sus dedos se enredaron en la parte baja de su camiseta, y se estremeció.
"Pete" le oyó murmurar "Pete, Pete..."

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PlayBoy
FanficVegas y Pete se reencuentran después de cinco años. A Vegas le ha ido bien. A Pete, no tanto. No es el reencuentro que ninguno de los dos habría imaginado.