Dulce despertar.

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—¿Por qué no te gusta ser alfa? —susurró Jimin después de un rato donde Jungkook le acariciaba el cabello; habían estado charlando por un largo rato, tirados en el sofá, solo conversando y conociéndose más el uno al otro. Jungkook estaba abajo mientras Jimin estaba recargado en su pecho con la plena confianza de que al rizado no le molesta a la posición. Después de que el omega llegó al hospital por haber extrañado tanto al alfa, ambos chicos acordaron que estaba bien tener un poco más de contacto para que sus lobos dejaran de anhelarse tan locamente.

—No es que no me guste ser alfa... —Jeon suspiró como buscando las palabras adecuadas—. Es que parece un poco mal tener que obedecer ciegamente la naturaleza que no elegimos, suena absurdo lo sé, pero odio tener que sufrir dolorosamente cada seis meses por algo que yo no pedí —bufó—. No me gustaba la idea de atarme a un omega con una mordida o tener cachorros solo porque mi alfa lo ordenaba, me molesta mucho la idea de cegarme y actuar como un animal.

—Pero si tú no quieres no tienes por qué hacerlo —levanta un poco la mirada para ver los ojos verdes del mayor que correspondieron con ternura—. Si sabes lidiar con ello, puedes controlarlo y así es un poco más llevadero hasta que te acostumbras.

—Ahora ya lo sé, creo que me dejé llevar por mi pensamiento infantil, siempre vi a mis padres gruñirle a todo mundo, y no me malentiendas ellos son muy amorosos, los has visto, pero por sus trabajos siempre demostraron su poderío de alfa y esas cosas —explicó—. Simplemente no quería ser de las personas que se dejan llevar demasiado por su casta y no supe cómo hacerlo ni lidiar con eso, solo lo evité.

—¿Y el doctor Moon no trató de explicarte un poco, o tus papás no se negaron? —cuestionó, acomodándose con delicadeza y hundiendo su nariz en el cuello ajeno.

—Si y si —respondió recargando su mejilla en la coronilla del menor, relajado—. Pero al tener la idea tan clara en mi mente no me discutieron demasiado —busco más contacto del omega y lo abrazó por la cintura, las dos piernas del castaño estaban entre las del rizado en una posición bastante cómoda para ambos.

—Y si a ti te gustara tu instinto alfa... ¿creerías en los destinados? —cuestionó soñoliento, sus ojos comenzaban a pesar por el delicioso y tranquilizante aroma que lo arrullaba dulcemente.

—Creo que no hace falta que me guste mi alfa para creer o no —repuso cerrando los ojos contagiado por la sensación de somnolencia del menor—. Yo creo en las cosas que veo, nunca había visto a personas destinadas y no sé cómo se sienten —argumentó—. Pero creo en lo que siento cuando estás cerca de mí, creo que pasa algo por el escalofrío que me recorre cuando me tocas y creo aún más en el dolor que ataca mi pecho cuando no te tengo conmigo para protegerte.

—Yo también creo en eso —el rizado pudo sentir su sonrisa apesar de no verle a la cara, le agrada hacerlo sonreír aunque sus palabras hayan sido tan bobamente dulces. Jungkook nunca ha sido alguien particularmente cursi; es amoroso con sus padres y amable con la gente que lo merece, pero la cursilería y la expresión de sentimientos nunca le ha resultado fácil, tal vez sea por algún rasgo de su casta o porque simplemente no le gusta ser tan empalagoso, pero con Jimin eso solo sale aunque él no intente ser meloso... Seguramente es su alfa tomando liderazgo en su cuerpo—. Creo un poco cuando sientes lo que yo siento y cuando te extraño más de lo que debería.

—Entonces no admitas tu error... —se encogió de hombros sin preocupación—. No tienes que creer en algo que no quieres, cree en lo que tú sientes, solo en eso y nada más —Jimin sonrió mucho más confiado hacia él.

—Gracias por escucharme —levantó la cabeza y besó la mejilla del alfa.

—Podría escucharte por mil horas, omega... —sabe que estará sonrojado por las palabras dulces que acaba de soltar, por eso besó su frente y desvió la conversación—. Pero ahora es hora de que duermas, debes descansar mucho —se sentó adecuadamente en el sofá, cuidando de no tirar al chico—. Tú tomarás la cama y no aceptaré un no —Jimin encontró muy graciosas sus palabras así que soltó un sonoro "ja" para después colocarse en seriedad total para hablar.

where we land  ᡴꪫ  kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora