Volver a casa desde el aeropuerto fue tan doloroso para Jimin, sintió que había dejado una parte de sí en el aeropuerto, Zico lo llevó pero el trayecto fue tortuosamente silencioso, el beta comprende el sentimiento de tristeza que debe estar enfrentando en ese momento, la pesadez que debe sentir al saber que será un mes lo que pasará sin ver a Jungkook, así que prefirió dejarlo pensar por un rato, dejar que se haga a la idea, después de todo, tendrá mucho tiempo para tratar de animarle.
Jimin quería llorar, no ha pasado ni un solo día sin ver a Jungkook desde que despertó de su coma, cuando sus lobos exigían verse y tenerse, tocarse tan solo un roce que demostrara que estaban en compañía del otro para sentirse seguros, ahora la idea de aguantar un mes entero sin verlo de frente, sin ver sus ojos de cerca, sin tocar su cabello, sin olfatearlo, teniéndolo a miles de kilómetros, es inadmisible.
—Te veré mañana por la tarde en el colegio para llevarte al hospital, jefe —el chofer avisó sacándolo de sus lamentos mentales. Jimin recordó que nada cambiará mucho, su padre lo recogerá en las mañanas para llevarlo al colegio, a la salida Zico lo llevará al hospital y en la noche, cuando su turno termine, lo llevará de vuelta a casa. Lo único que cambia es que Jungkook no lo visitará por las tardes para comer juntos, de nuevo lo golpearon los hechos, Jungkook estaría lejos por un mes entero.
—Hasta mañana Zizi —descendió de la camioneta y entró a la casa agitando su mano hacia el beta que se alejaba de la propiedad—. Maldición —se maldijo así mismo—, esta casa es demasiado grande, debí elegir la más pequeña —cerró la puerta con seguro y caminó a la cocina para poner la tetera en la estufa.
La casa es realmente silenciosa cuando no hay nadie con quien platicar, quisiera llamar a su madre para conversar al menos un rato pero no quiere fastidiarla tan pronto, llamar a Jungkook no es una opción porque está en el avión y sus amigos están trabajando. Cuando te detienes a analizarla, la soledad es demasiado fea. No lo tachen de melodramático, sabe que no está solo, tiene a muchas personas en el mundo pero se siente extraño estar sin nadie alrededor. El agua estuvo lista así que se buscó una taza en la cual servirse y preparar su té con una bolsita de las hierbas secas.
A su mente llega una idea; podría ir por Tiza a casa de sus padres, así no se sentiría tan mal al estar en casa pero no puede hacerlo, la pequeña perrita tendría que estar sola la mayor parte del día mientras él trabaja, eso es egoísta. Respiró fuertemente, frustrado, al hacerlo sus pulmones se llenaron de la deliciosa fragancia de Jungkook, aún permanecía intacta y fresca, espera que se mantenga así por muchos días, bueno... Espera que se mantenga así por semanas si no, no cree mantenerse fuerte para cuando su alfa regrese. Tomó la taza entre sus dos manos y se encaminó a la sala de estar, colocó el recipiente en la mesa ratona y se lanzó al sofá para encender la televisión y poner algún programa en el que no se iba a interesar realmente.
Sus pensamientos se comenzaron a dispersar rápido y dejó de lado la pantalla, su mente vagaba en los escenarios ficticios de él mismo dentro de unas semanas, sufriendo por Jungkook, sabe que lo hará, incluso ahora que no tiene ni dos horas lejos de él, ya lo hace. Tomó su teléfono para buscar, otra vez, el tiempo estimado del viaje desde Corea a Australia; 19 horas, 19 larguísimas horas en las que no hablará con su alfa, 19 horas sin escuchar su preciosa voz, sin saber de él o siquiera sin recibir un mensaje, pero a pesar de lo preocupante que puedan resultar esas horas, porque lo son; está a muchos metros de altura, todo podría sucederle. A pesar de eso, Jimin cree que 19 horas no son nada comparadas con todos los días que tendrá que pasar sin él.
El té se había terminado y su paciencia también, no lograba poner ni una pizca de atención al programa que se veía en la televisión así que consideró que lo mejor sería irse a dormir. Al levantarse del sofá de nuevo lo atacó la realidad, iba a dormir solo. Jungkook pensó en ello antes de irse, su plan era simple, Jimin podía vivir en casa de sus padres durante todo ese tiempo y así no se sentiría demasiado triste, sin embargo, el omega no quería eso, quería estar en su casa, en la que él eligió, en la habitación del nido que su alfa construyó para él y en el lugar que él decoró con esmero, sabe que terminará por ir a dormir donde sus padres en un par de días pero por el momento prefiere hacerse el fuerte y aguantar lo más que pueda.
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where we land ᡴꪫ kookmin
RomanceJungkook es un alfa puro que se niega a serlo, rechaza sus instintos y por ello siempre ha pasado como beta, hasta que un accidente lo lleva a conocer a Jimin, un omega que enloquece a su alfa interior y remueve su naturaleza. O donde Jungkook queda...