Capítulo I: Begin Again. By: Sara.

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Tranquilidad. Era todo lo que ella pedía aquel día. Las peleas se escuchaban dentro de su oficina como si estuvieran allí dentro. ¿Tanto era pedir un poco de silencio? Las cartas no se escribirían solas, bueno si, pero no lo que ella buscaba. Como si fuese poco, los miembros de Beauxbatons eran tan puntillosos en encontrar (y criticar) el más mínimo error en cualquier cosa proveniente de Inglaterra... Suspirando, dejó a un lado la pluma que hasta hacía un momento utilizaba para esperar los golpes en su puerta que, sabía, sonarían en un momento.

-¡Hermione!- Llamó la voz detrás de la puerta. Estaba cada vez más segura de que sus dones de adivinación estaban despertando tardíamente, ya que prácticamente podía escuchar lo que el pelirrojo diría al ingresar en su despacho.

-Entra, Ron- dijo mientras presionaba suavemente el puente de su nariz.

-Ese estúpido hurón- como un torbellino rojo, el hombre alto y pecoso entró, abriendo violentamente la puerta -Uno de estos días tomaré el ejemplo de Moody y lo haré botar desde la primer planta hasta aquí... Lo haré...-

-Tragar sus palabras como el cobarde que es, ya lo sé Ron- completó la castaña apoyando su mejilla en su palma en un gesto aburrido -¿Qué ha dicho Malfoy ahora?-

-Ha dicho... Se ha atrevido.... Él.... Hurón, no....- La ira estaba volviendo irascible al Wasley, que caminaba de un lado a otro con las orejas del mismo calor de su cabello, uno de los indicios que mostraba que estaba realmente furioso -¡Ha dicho que Ginny ha roto con Dean porque no soportaba acostarse con un sólo hombre durante más de un mes! Y le ha dicho traidora a la sangre, Herms, no pienso soportar esto como en Hogwarts....-

-Y no lo harás Ron, pero ¿Era necesario todo ese jaleo?- la mirada de reproche que le dirigió al chico lo hizo recordar intensamente a Minerva McGonnagal -¿Acaso no pueden resolverlo como adultos maduros que son?-

-¡Pero Herms, él fue quien comenzó!-

-Oh Wasley, deja de lloriquear como un niñito- la voz desdeñosa desde la puerta hizo voltear al muchacho -No madurarás nunca, comadreja-

-¡Calla maldito mortífago!- bramó el pelirrojo, temblando como si cada uno de sus músculos gritara por abalanzarse sobre el recién llegado

-Ron, Malfoy, no me obliguen a inmovilizarlos- advirtió la castaña con tono severo -¿Qué es lo que ha sucedido ahora?- preguntó, fijando su mirada en los ojos de color acero frente a ella

-Simplemente que Wasley no sabe soportar una sencilla broma- respondió Draco, con un tono que mostraba lo mucho que le divertía fastidiar a su ex compañero y ahora colega.

-Serás...- gruñó Ron, al tiempo que se preparaba para golpearlo

-¡Ron!- con un simple movimiento de la varita y utilizando la magia no verbal, la muchacha había creado un fuerte escudo entre los dos -Por favor, muestra algo del temple de los Griffyndors y no únicamente ese estúpido impulso de pelear contra cualquier cosa que respire- soltó un bufido indignado y volvió a sentarse, mientras se apretaba el puente de la nariz -Ahora, vete por favor, he oído lo que tenías que decirme y debo hablar con Malfoy-Ciertamente, al asumir el puesto de Ministro de Magia, lo último que esperaba la mujer era mediar peleas tan imbéciles como las que alguna vez tuvieran en Hogwarts, pero al parecer eso continuaría por los siglos de los siglos

-Granger, Granger, Granger- canturreó la voz de Draco, quien al irse Ron se había sentado desgarbadamente en la silla frente al escritorio -¿Para qué frunces de esa forma tu rostro? Créeme, no te favorece. Los hombres preferimos ligar con mujeres que no parece que tuvieran una pila de fertilizante bajo su nariz

-Mi ceño estaría más relajado si tu no contribuyeras dándome dolores de cabeza prácticamente todos los días, Malfoy- retrucó la castaña -¿Acaso no te nombre jefe del gabinete de aurores para simplificarme las cosas en lugar de hacerlas más difíciles para mí?

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