Camino por los pasillos de la empresa, Saludo a Juan, el guardia. Llego con mi secretaria, le pido que me lleve un café a mi oficina y entro.Había decidido llegar a la oficina una hora antes para tratar con mi amigo sobre un proyecto importante de importación de productos.
—Entonces así lo haremos—Me dijo Román, mi mejor amigo—debo contactar un par de transportista más y...—no terminó de decir por voltear a la ventana, eran ventanas de cristal por lo que se podía ver el exterior.
—Oye—pase mi mano por su cara—Tierra llamando a estúpido—golpee su brazo—¿Qué crees que estás haciendo? —me cruzo de brazos—respeta a tu esposa—lo señale.
—mira quien lo dice—gire los ojos—la que se acuesta con una mujer nueva cada semana.
—La diferencia entre tú y yo—lo señale—es que lo mío es pasajero y yo no daño a terceros.
—Hasta dónde tú sabes—negué.
—Aunque así fuera yo no tengo ningún compromiso Román, y tú tienes una linda esposa que te espera en casa, si no quieres seguir con ella deberías divorciarte, la arrastras en tu miseria— se cruzó de brazos.
—Blanca— me mira de arriba abajo—¿Eres amiga mía o de ella? —sonreí.
—Tuya y eres un excelente amigo, pero como esposo eres pésimo— asintió. sínico y no lo niega.
—deberías ir a casa a cenar, tenemos mucho de qué hablar ella no interrumpe cuando son compañeros de la oficina y mucho menos a ti que eres mi jefa— esboce una sonrisa— y podríamos hablar un poco sobre esto de la transportista— desde que se casó nunca lo he visitado en su casa, siempre es en mi casa en un bar o un café.
—Claro, solo debo ir a casa necesito ducharme y darle de comer a mi roomie— hacía un calor de infierno y era justo lo que necesitaba, ducharme y después ir a casa de Román.
—De acuerdo, que te parece si, ¿te veo a las 9:00?
Me parecía buena hora, cenar y platicar un poco, regresaría a casa a eso de 11:00 y sería buena hora para dormir.
—llevare una botella de Vino—comunique—o quizá un par.
Mas tarde me despedí de él y salí de la oficina pase al súper a comprar dos botellas de Vino así ya no tendría que pasar de camino. También compré un par de quesos para comer un poco.
Cuando comía queso el Vino no pegaba fuerte y yo debía manejar de regreso.
Llego a casa y saludo a mi pequeña gata—¿Cómo estás, Luna? —ronroneó un poco, tallando su cuerpo en mis pies—te quedarás un poco más aquí solita, pero volveré, voy a ducharme y debo irme pequeña— acaricie un poco su espalda.
Salí de ducharme, elegí un vestido color azul rey con una abertura en la pierna. Sin duda me veré espectacular, ricé mis pestañas y me puse un poco de lápiz labial. Mire mi reflejo y me gustaba el resultado—ya está—me dirigí a la cocina y saque los quesos del refrigerador, las botellas de vino las deje en el auto así que era todo, tome mi bolso, las llaves y me despedí de luna.
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LA ESPOSA DE MI MEJOR AMIGO (Sin Editar)
RomanceBlanca Ávila, una mujer empresaria dedicada, siempre había considerado que los asuntos personales de los demás no eran de su incumbencia. Sin embargo, todo cambió una noche de copas cuando, inesperadamente, se sintió atraída por Lidia, la esposa de...