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Una semana había pasado desde que me acosté con Lidia, me sentía demasiado inquieta y arrepentida no podía creer que me dejé llevar por esa mujer, nunca había hecho eso

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Una semana había pasado desde que me acosté con Lidia, me sentía demasiado inquieta y arrepentida no podía creer que me dejé llevar por esa mujer, nunca había hecho eso. Y lo peor es que yo sé lo que Román le está haciendo a ella con esa mujer, pero aun así me sentía mal por traicionar a mi amigo.

Incluso desde ese día, opte por mantener las persianas de mi oficina cerradas. Y muy poco trataba con Román, él se dio cuenta al tercer día de mi actitud, le mentí diciéndole que me sentía un poco mal y que iría al doctor.

Me levanto de mi silla y me sirvo un trago. Llaman a la puerta y seguido entra mi secretaria.

—Dime.

—Señora Ávila la busca una señorita, dice llamarse Lidia Carrasco trae su currículum para el puesto de Marketing.

¿Que? ¿Lidia aquí? ¿A postularse?

—Hazla pasar y que no molesten, en especial Román, Arax, es la esposa de él—gruño.

No era secreto que él tenía un amorío con alguien de la empresa, sin embargo, no saben que es casado, él se quita la sortija cuando viene aquí y yo no podía exigirle tenerla puesta.

Me acomodo el traje, lo aliso un poco con mis manos y suspiro. Veo entrar a Lidia con un traje que se le ve hermoso, sonríe al verme, intento sonreír y le indico que tome asiento.

—Carrasco ¿Cómo está? —ella frunce el ceño al ver mi formalismo, la ignoro y finjo hacer algo en el computador.

—Bien, vengo a traerle mi currículum para el puesto—asiento—me gustaría que lo viera y me diga si tengo una oportunidad.

—De eso se encarga recursos humanos—digo sin mirarla—de hecho, debiste ir allí—la veo bajar la mirada y tomar sus manos, se levanta de la silla lista para irse—espera—la detengo—puedes dármelo yo lo llevare.

Me extiende la carpeta y la abro, comienzo a ver su currículum 29 años, es muy joven, una licenciatura, un diplomado, varios reconocimientos, muy profesional sin duda, pero, Román no permitirá que ella trabaje aquí le arruinaría su aventura con esa secretaria.

—¿Y bien? —susurra—¿Cree que tengo una oportunidad? —pregunta con entusiasmo.

—Tienes un currículum impresionante, Carrasco, pero...

—¿Es por Román? —me interrumpe.

—Es por él—respondo y suspiro—sé que mi pregunta parece estúpida ¿Él sabe que viniste aquí? Quiero decir ¿Está de acuerdo con que trabajes aquí? —esquiva mi mirada, suspira mientras mira el techo.

 —No sé si este de acuerdo, la decisión de no trabajar al final fue mía, aunque él me lo pidió, no quiero entrar en detalles, aunque si no me puede dar el trabajo lo entiendo perfectamente—hizo el intento de sonreír.

LA ESPOSA DE MI MEJOR AMIGO (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora