Llego a la oficina un poco más temprano, la razón, Paula y yo pondremos manos a la obra con el nuevo plan que se le ocurrió a ella por supuesto, no haría una locura así.
Paula cree que Lidia esconde algo y según ella lo averiguará usando sus métodos de persuasión. Aclarando una y otra vez que el plan no es poner celosa a Lidia, Pero puede ser que un poquito de eso habrá.
No estoy del todo feliz con ese plan por qué tal vez solo sea idea nuestra y Lidia si sea feliz, eso significaría que me tendría que alejar, aunque no quiera.
Minutos más tarde Paula hace acto de presencia en la oficina, se sienta en el sofá, mientras ve las redes sociales, todo tiene que fluir natural según ella.
—¿Te encontraste con Lidia en los pasillos? — pregunto, niega.
— No, y tampoco a Román— me responde— ¿Estás segura de que vendrá él?
— Siempre lo hace, atenta a todo lo que diga— ella asiente.
—Te veo más relajada— dice Paula de pronto— parece que lo de ayer lo estabas necesitando desde hace mucho— asiento y le sonrío.
—lo necesitaba— respondo, ella deja su teléfono aún lado para poner toda su atención en mí— te voy a confesar que no creí que contigo...
La puerta se abre de golpe interrumpiendo, levanto la vista y veo a Lidia parada en la puerta, me mira y luego mira a Paula, frunce el ceño y se mantiene callada.
—Yo venía distraída lo siento— murmura con dificultad— tengo la cabeza en otro lado— cierra sus ojos y le echo una mirada rápida a Paula, ella sonríe y miro a Lidia con ternura ¿Que creía que hacíamos Paula y yo? — olvide a qué venía lo siento me voy.
Toma el pomo de la puerta dispuesta a irse, Pero Paula la detiene.
—¿Lidia, cierto? — ella asiente y yo sigo mirando a Lidia con ternura. — Blanca y yo queremos preguntar si tienen libre está noche para cenar— propone Paula— solo nosotros cuatro, no será como aquella noche.
—¿Cita doble? — hace un gesto que nunca la había visto hacer— me agrada la idea— dice en tono irónico.
—Entonces más tarde nos ponemos de acuerdo— Paula le sonríe, pero ella no—estaré aquí todo el día.
—Genial— murmura y puedo notar arrogancia en sus palabras— ahora sí me disculpan me voy— ella me mira y hace una mueca.
Me mira fijamente, segundo después aparta la mirada.
—¿Y a qué venías? — pregunto
—Una duda— responde sin mirarme, viendo la carpeta que le di a Arax con el trabajo asignado para ella.
—Mejor siéntate anda— le señalo la silla, Pero se mantiene parada en el mismo lugar desde que llegó.
Me mira fijamente.
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LA ESPOSA DE MI MEJOR AMIGO (Sin Editar)
RomanceBlanca Ávila, una mujer empresaria dedicada, siempre había considerado que los asuntos personales de los demás no eran de su incumbencia. Sin embargo, todo cambió una noche de copas cuando, inesperadamente, se sintió atraída por Lidia, la esposa de...