Juicio *2*

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El juez regresó a la sala y con ello todos volvieron a sus lugares, retomando así el juicio. Gregory llamó a Erick al estrado y ante todos, el joven fue capaz de relatar su versión de los hechos, respondiendo a todas las preguntas que tanto la defensa como la fiscalía realizaban.

El abogado defensor presentó las pruebas entre las cuales estaba la versión de Erick, dada en el interrogatorio, así como también algunas muestras de las balas encontradas en la escena del crimen.

En las fotografías que presentaron adjuntaron el calculó de la trayectoria de los disparos, con lo cual, se podía probar que efectivamente los atacantes habían sido al menos 6 personas, tal cual había relatado Erick, para apoyar dicha teoría fue llamado al estrado, un experto en armas militares, quien profesionalmente corroboró el cálculo realizado y además dio indicios de las armas que fueron utilizadas en el ataque.

El público en la sala estaba cada vez más fascinado con el desenlace lo ocurrido, y entre los presentes ya iba tomando forma, la teoría de que el joven Erick, no era culpable por lo ocurrido, es más entre quienes no lo cocían directamente comenzaron a pensar en él como una especie de ser sobrenatural a quien era mejor tener a su favor.

Mientras continuaban las declaraciones, nadie prestó atención, a los cuatro hombres que entraron disimulada y silenciosamente a la sala, cargando con ello lo que parecía ser un pesado bolso negro, empapado en agua y con signos de hielo recién derretido, de inmediato uno de ellos se dirigió al detective, y en susurros se intercambiaron unas palabras, las que luego fueron transmitidas a Gregory.

El fiscal desesperado por demostrar la culpabilidad de Erick, lo llamó de vuelta al estrado, tratando de demostrar que los cálculos realizados y las respectivas balas, eran evidencia implantada, pero el resultado no fue lo que esperaba cuando en su afán por probar la su versión preguntó:

- ¿Cuál fue el arma con la cual intentó disparar a sus hermanos? - de inmediato Antón disimulo una sonrisa, aun no comprendía, por qué Gregory no había realizado la pregunta, pero que fuese realizada por el fiscal podría ser favorable.

- Nunca he intentado dispararles a mis hermanos - "ni a nadie" agregó mentalmente Erick, lo cual, técnicamente era la verdad puesto que las veces que había disparado, estos no habían quedado en meros "intentos"- Si lo que quiere saber es, que arma llevaba cuando me encontré con mis hermanos, la respuesta es simple, era una ametralladora Masen

De inmediato el fiscal palideció, mientras que los miembros del jurado comenzaron a susurrar entre sí, el juez sorprendido por la declaración, preguntó al fiscal:

- Teníamos entendido que el arma encontrada en la escena, era un fusil Browning

- Un error comprensible- dijo el fiscal anonadado - el joven Erick seguramente está confundiendo las armas

- Con todo respeto su señoría - dijo Gregory- Dudo que el señor Erick sea capaz de cometer un error como ese, si revisa el informe presentado por el cuartel militar, en donde el joven cumplió sus obligaciones, podrá ver que el reconocimiento de diferentes tipos de armas está dentro del plan básico, por lo cual, solo alguien sin entrenamiento militar sería capaz de cometer tal error...

- Entonces - interrumpió el fiscal - ¿Dónde está el arma que el joven cargaba?, no creo que sea suficiente evidencia las balas encontradas...

- Ese es justamente el meollo del asunto - continuó Gregory- por lo visto alguien ha estado ocultando la evidencia para inculpar y dañar al joven Erick

- Eso es absurdo - exclamó el fiscal - ¿Por qué alguien realizaría un plan tan complicado para deshacerse de alguien?

- Por qué no era el plan original - señaló el abogado - Todo indica que alguien contrató a los hombres que ahora están heridos, para eliminar al joven Lébidiev, y al no obtener los resultados esperados, esa misma persona ocultó la evidencia pretendiendo inculpar al señor Erick...

Los sirvientes del HuérfanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora