008. ¿Nerviosa, rubia?

928 56 52
                                    

Con ver el título ya saben que va a empezar lo bueno🤠‼️

MUAJSKAKKGGGH
*TOS TOS* MUAJAJAJAJAJ (tengo gripa😔)

----

Me cruze de brazos viendo a los causantes de casi tumbarme la puerta.

Mientras yo continuaba con mi cara de culo, Alondra por alguna razon parecía que no le molestaba tener la presencia de los chicos en la habitación, o solo la de alguien en especial?

Nah, seguro estare quedando kukuloka.

-Oigan.

-Ajam- constaron todos al unisono, excepto Lukas que por alguna razon jugaba con mi cabello, sin yo decir una sola palabra. Parecía que quería molestarme aún más.

-¿No tienen casas?

-Si- continuaron contestando ambos.

-Pues vallanse a su casa, putos.- empece a moverme para pararme de la cama y Lukas me detuvo

-Esperate, estoy haciendo una trencita.-murmuro cerca de mi oido.

-No le hagas trencitas a la "teñida"- le contesté el apodo que me había puesto y jamaz lo había soltado.

- Ah sisi, permiso- se paro dejándome confundida.

-----

La oferta de Alondra de ver una película nos llevó a todos a apretujarnos en mi cama. Alondra propuso cambiar de puesto con Lukas.

El cambio fue rápido, y ahora Lukas estaba a mi lado y Alondra junto a Alan

No me di cuenta de la cercanía hasta que volví la cabeza y me encontré con su rostro. Sus ojos examinaron cada detalle de mi cara, y luego volvió a mirar la pantalla.

La película era una mezcla extraña de comedia y suspenso. Alejandro, como siempre, hizo un comentario inapropiado: "Que tonto, primero descuartízalo y mételo en la bolsa". Todas nos miramos preocupadas por su macabro sentido del humor.

Alan, en cambio, cambió de tema. -Oigan, ¿como que hacen falta palomitas, no?

Sí we- agregó Alejandro. Alguien que se levante y las haga

Bueno, yo no las voy a hac- cuando Alan y Alejandro me sacaron de la habitación. El día más tranquilo, ¿verdad? (Noten mi sarcasmo). Me quejé mientras intentaba que me escucharan por la puerta que me cerraron en la cara.

-por qué yo tengo que hacerlasss....- dije quejandome

La puerta se abrió de nuevo, y Alejandro asomó la cabeza. ¿Por qué... tú eres la rubia?

-¿Y qué tiene? Soy teñida respondí, sintiéndome como si estuviera en una conversación absurda.

-¿No eres rubia natural? preguntó como si hubiera descubierto la noticia más rara del mundo.

-Mira, todo empezó cuando nac-, intenté explicar, pero nuevamente me cerraron la puerta en la cara. Inflo mis mejillas y bajé con mi siempre cara de culo a la cocina. Diosito, ilumíname o elimíname.

Bajé las escaleras hasta que sentí unos pasos detrás de mí.

-Hey, teñida, dijo Lukas. Ya estaba cansada de estos encuentros inesperados. Le di la peor cara que pude poner.

-Hola, Lukas.- le di una sonrisa falsa y continué mi camino hasta la cocina. Él bajó y caminó hasta alcanzarme. -Te voy a ayudar con las palomitas.

Nop,- contesté simple, entrando a la cocina.

-Igual no era una pregunta.

Me giré para verlo y me di cuenta de la cercanía en la que estábamos. Sus ojos examinaron cada punto de mi cara, y su altura me hacía sentir pequeña. Pero aun así, sentía lo cerca que estaba y cómo relamía sus labios antes de hablar.

-Dicen que les echemos, choco, chocolate, habló, y su respiración sonaba algo pesada, como si estuviera exhalando.

-Bi... bien. respondí. De la nada, el ambiente se volvió pesado, y me pregunté por qué seguía viéndolo.























La cocina estaba llena de tensión. Lukas y yo nos encontrábamos frente a frente, preparando las palomitas. El sonido del maíz estallando en el microondas parecía amplificar el latido de mi corazón. ¿Por qué estaba tan nerviosa? Era solo Lukas, el molesto hijo no hijo de Fede.

Dicen que les echemos, choco, chocolate-, dijo Lukas, su voz más ronca de lo normal. Sus ojos examinaron cada punto de mi cara, y su cercanía me hizo sentir pequeña. ¿Por qué no podía apartar la mirada?

Bien, -respondí, tratando de mantener la calma. Pero el ambiente se volvió más denso. ¿Era solo mi imaginación o su respiración se escuchaba algo pesada, como si estuviera exhalando sus propios demonios?

Lukas relamió sus labios antes de hablar de nuevo. -¿Eres rubia natural?

La pregunta me tomó por sorpresa. ¿Por qué le importaba? No, soy teñida, tu me lo dijiste varias veces-contesté, sintiéndome atrapada en su mirada intensa.

Interesante- murmuró, y su aliento rozó mi piel.-A veces, las apariencias pueden ser engañosas.

¿Qué estaba insinuando? ¿Por qué me hacía sentir tan vulnerable? Intenté alejarme, pero la encimera estaba justo detrás de mí. Lukas no se movió. Su presencia era abrumadora.

-¿Por qué estás tan cerca?-, pregunté, mi voz apenas un susurro.

-Porque quiero saber si el chocolate se derrite igual que tus defensas, respondió, y su dedo rozó mi mejilla

.-¿Lo hace, rubia?

El mundo se redujo a ese momento. La tensión, la cercanía, la promesa de algo más. No sabía si era un terremoto o un tsunami, pero algo estaba cambiando entre nosotros.

Esperé contestarle de la manera mas sarcástica y molesta a sus intenciones de molestarme, o no se que juego esta jugando, pero ésto para nada es lo mismo de siempre....




























ESTO SE VA A DESCONTROLAAAAAAAAAA

OMGGG, HASTA ACÁ SENTÍ TDOO

LES GUSTOOOOO???

JSKAJKAJAAJ ESPERÓ QUE SI

AHORA SI, NOS VEMOS EN EL PRÓXIMO CAPP, LOS DEJO CON ESTE PEDACITO SIN SABER QUE VA A PASAR PORQUE SOY MALEVOLA MUSJAJAJAAJ

CHAUUU MUAK MUAK

-Juls

𝐔𝐏𝐒𝐄 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔; 𝐋𝐔𝐊𝐀𝐒 𝐔𝐑𝐊𝐈𝐉𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora