Capítulo 19: Sorpresa Sorpresa...

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Jaekyung estaba impacientemente en la sala de espera, caminaba como un león enjaulado de un lado a otro. Las miradas de todos estaban sobre él, no solo por su comportamiento impaciente sino también por las manchas de sangre que manchaban su traje.

Su tío Namwook corrió hacia él, desesperado. Luego de mirarse por un par de segundos, el mayor le dio un abrazo.

— Por Dios, sobrino... yo... ya lo sé todo. No imagino cómo te sientes.

— Si te soy sincero, estoy aliviado. Al menos ya acabó todo, pero no tengo noticia desde que mi hyung entró a esa sala de cuidados.

— ¿Ya te ha dicho algo? —preguntó preocupado.

— Es sofocante esperar noticias. Solo espero que mi cachorro esté bien.

— No te preocupes, estoy seguro de que estará bien —intentó consolarle aunque él mismo estaba muy agitado en esa situación.

— Tío, aunque no puedo creer que Jun Ho haya sido el causante de esto. Es simplemente una locura.

— Ese bastardo, todo el tiempo fingiendo ser un perfecto amigo y resultó ser una serpiente venenosa.

— Él está muerto, tío — soltó Jaekyung, mirando las expresiones del mayor.

— Lo sé, sobrino, ya me encargué de eso también — dio un largo suspiro — ¿Recuerdas a la señorita Ok-Byeol?

— Por supuesto, la hija del detective privado que contraté.

— Bien, ella se encargará de todo. Enseguida me contactó y me aseguró que tiene amigos en la policía que ayudarán. También se reabrirá el caso de su padre y se investigará a las clínicas Lee y... eso no es todo — miró preocupado a su sobrino —. También se reabrirá el caso de todos los omegas desaparecidos en los últimos años. Quizás Kim Dan aparezca en la lista de búsqueda.

— ¿A qué te refieres con la lista?

— Estos hijos de perra, desaparecían del sistema a los omegas que secuestraron, como si de alguna forma dejaran de existir. De ese modo, nadie los encontraría.

Jaekyung frunció el ceño, iba a decir algo más cuando escuchó una voz conocida a sus espaldas.

— Hola, Jaekyung hyung, ¿cómo estás? — saludó una chica de cabello rubio cenizo, baja estatura y ojos ocre.

— Hola, Choi Heena, ¿cómo estás? — respondió el azabache.

— Estoy muy bien — contestó con entusiasmo — Vine a buscarte porque tu novio ya despertó.

Jaekyung sonrió y se acercó a la chica — ¿Y él... cómo está? ¿Cómo está el bebé?

— Tranquilo, todo está perfecto. Vamos, te explicaré algunas cosas de camino a la sala, ¿de acuerdo?

Jaekyung asintió y se despidió de su tío.

— Pero... ¿él está bien, cierto?

La joven doctora sonrió — Bueno, seré sincera contigo. Cuando tu omega llegó estaba muy agitado y su tensión arterial estaba un poco alta — hizo una pausa —. No pregunté qué sucedió para descontrolarlo de esa forma, pero imagino que la situación fue horrible.

Jaekyung no contestó y solo asintió, mirando a la entusiasta doctora.

— En cuanto a lo demás, también presenta un ligero sangrado uterino, propio de una amenaza de aborto, pero el bebé está bien, no te preocupes — sonrió —. Lo que realmente me preocupa es otra cosa.

Ambos se detuvieron en la entrada de la sala donde estaba el castaño.

— Verás, Jaekyung hyung, no sé qué pudo haber llevado a tu omega a esa situación, pero está muy mal nutrido. También presenta un leve cuadro anémico y esto es algo peligroso durante la gestación, y más en un embarazo como el suyo.

Pequeñas Dosis/ Jinx Donde viven las historias. Descúbrelo ahora