Mi Dulce Sufrimiento. [KookTae]

Capítulo 16

El sonido estridente de mi alarma me sacó bruscamente de mi sueño intranquilo. Mis párpados se abrieron pesadamente mientras luchaba por orientarme en la realidad que se filtraba lentamente en mi mente. La presión de las responsabilidades y los secretos oscuros pesaban sobre mí, haciéndome temblar de ansiedad incluso antes de poner un pie fuera de la cama.

Miré a mi lado y allí estaba Namjoon, aún profundamente dormido. Un suspiro de alivio escapó de mis labios al verlo ileso. Me sentí invadido por un torbellino de emociones encontradas al observarlo, preguntándome si él también compartía mi pesar y temor por lo que habíamos hecho.

El recuerdo de nuestra noche juntos se deslizó como una sombra sobre mi mente. El calor de su piel, la pasión compartida, todo eso se mezclaba ahora con la fría realidad de la amenaza que enfrentábamos. Si Jungkook se enterara de nuestra conexión, no habría límite para el peligro que podríamos enfrentar.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el suave roce de los labios de Namjoon contra mi mejilla y un simple "buenos días" que son suficientes para ocultar la tormenta de emociones que me consume. Sin embargo, su mirada perceptiva detecta mi miedo y sus ojos se llenan de preocupación.

—¿Qué sucede? —preguntó, su voz llena de preocupación— ¿Por qué tienes ese gesto de temor en el rostro?

La verdad amenaza con escaparse de mis labios, pero la advertencia de peligro me obliga a callar. Sin embargo, la confianza de Namjoon me anima a abrirme, a compartir mi carga.

Inhalé profundamente antes de responder, tratando de calmar los latidos acelerados de mi corazón.

—Temo que Jungkook se entere de lo que hicimos anoche. —confesé, sintiendo el peso de la ansiedad, apretando mi pecho.

Namjoon frunce el ceño, pero su expresión se suaviza con una sonrisa tranquilizadora.

—No te preocupes tanto. Jungkook está bajo estricta vigilancia en el centro psiquiátrico. No podrá hacernos daño desde allí.

Su confianza era reconfortante, pero no suficiente para disipar completamente mis miedos. Recordé demasiado bien cómo el psicópata había logrado escapar en el pasado, causando estragos, caos y terror en su camino.

—Pero hace años se escapó de otro centro —le recordé, mi voz apenas un susurro tembloroso—. ¿Cómo podemos estar seguros de que no lo hará de nuevo?

Namjoon apretó su mano sobre la mía, ofreciendo un soporte silencioso.

—Esta vez será diferente —aseguró con determinación—. Estamos más preparados. No permitiremos que vuelva a escapar.

Aunque sus palabras intentan calmar mi ansiedad, la imagen de Jungkook acechando en las sombras de mi mente persiste.

—Pero... —comienzo a argumentar, pero Namjoon me interrumpe con un gesto firme.

—Lo tenemos vigilado. No permitiremos que vuelva a escapar. Confía en mí.

Namjoon me abrazó, tratando de reconfortarme, y sentí cómo mis mejillas se sonrojaban al recordar que aún estábamos desnudos. Su gesto cariñoso y su sonrisa me hicieron sentir un poco de alivio.

Decidimos levantarnos y prepararnos para ir a trabajar, dejando atrás nuestros miedos por un momento y enfrentando juntos lo que vendría.