Capítulo 4

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Habían pasado dos semanas desde que comencé a atender a Jungkook. Su actitud ha estado demasiado tranquila y eso me preocupa un poco, tengo la sensación de que está esperando el momento indicado para actuar.

Suelto un suspiro algo cansado y continuo escribiendo. Estaba, como todos los días, teniendo una sesión con Jeon.

—Doctor, ¿qué tanto escribe? —la voz de Jungkook es lo único que suena en la habitación.

Ignoro lo que dice y continuo escribiendo.

—¡Le estoy hablando! —su voz sonó seria y autoritaria.

Alzo la mirada enseguida que lo escucho, tiene el ceño fruncido y la mandíbula apretada. Claramente está molesto.

—Toda su atención, debe estar centrada completamente en mí. —me dice con un todo serio, casi como una orden.

—Tienes toda mi atención, Jungkook. —le digo para calmarlo un poco, aunque no estoy mintiendo— Lo que estoy escribiendo, es sobre ti.

Sus facciones se relajan y sus labios se curvan en una pequeña sonrisa.

—Doctor, ¿me hace un favor? —me pregunta de la nada.

—Depende el favor.

Él me muestra una enorme sonrisa.

Aún no puedo creer que su sonrisa sea tan "inocente".

—Quiero que me afeite. Me está comenzando a salir la barba y es molesto.

Frunzo el ceño al escuchar su petición, se supone que hay personas encargadas de hacer eso, ya que está completamente prohibido dejar a Jungkook solo y en especial, que sus manos estén libres. Si no tiene la camisa de fuerza, está con las manos esposadas, pero nunca libres.

—¿Qué paso con la enfermera que se encarga de eso?

—Accidentalmente, se cayó en el baño y se murió. —me dice con inocencia fingida— ¿No se lo dijeron?

Mis ojos se abren en sorpresa y un escalofrío recorre mi cuerpo.

—Al ver lo sorprendido que esta, deduzco que no lo sabía. —vuelve hablar con falsa inocencia.

Salgo de mi trance y mi mirada se posa en ese pelinegro que me observa como si él fuera el ser más puro en esta tierra y no un asesino en serie.

—¿Accidentalmente? —interrogo, claramente no muy convencido con su respuesta.

—¿No me cree? —me pregunta indignado. —Me ofende, doctor.

No digo nada, solo me quedo en silencio pensando en todo este asunto. Se me hace raro que no me lo hayan informado. Tendré que ir a preguntar.

Me levanto de la silla, ya listo para irme.

—Ya es todo por hoy, nos ve... —no pude terminar de hablar porque fui interrumpido por un Jeon muy molesto.

—¿A dónde cree que va?

—Nuestra sesión ya se terminó, tengo que hablar con el director. —trato de hacerlo entender, pero es en vano, solo logro que se enoje más.

—No, no ha terminado, así que vuelva a sentarse. —su voz tan autoritaria que me pone los bellos de punta, resuena en toda la habitación.

Para evitar un desastre, lo obedezco.

—¿Por qué estás tan enojado, Jungkook? —pregunto con cautela.

Su mirada se suaviza un poco.

—Doctor, no ha respondido a mi pedido.

Ya entendiendo la situación, decido no alargarlo más.

—No creo que pueda ayudarte con eso.

—¿Por qué no?

Mierda, volvió a molestarse.

—¿Qué tal si en el momento en que te estoy ayudando, me caiga "accidentalmente" y muera? —alzo una ceja esperando su respuesta, pero él solo suelta una gran carcajada.

—Doctor, usted es tan gracioso. —habla aun riendo— Pero no se preocupe, estoy seguro de que no es torpe. —termina por decir ya más calmado— Entonces... ¿Me ayudará?

—Lo pensaré, en la sesión de mañana te doy mi respuesta.

—Está bien, doctor. Espero que la respuesta sea positiva.

Eso sonó como una amenaza.

—Lo sabremos hasta mañana.

Sin nada más que decir, me pongo de pie.

—Que tenga una buena noche, Jeon.

—Igualmente, Taehyung.

No digo nada, solo asiento con la cabeza y le doy una pequeña sonrisa para proceder a salir de la habitación.

Mañana sería un día largo.

Mi Dulce Sufrimiento. [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora