Mi Dulce Sufrimiento. [KookTae]

Capítulo 1

— Jeon Jungkook.
— ¿Es de él del que quieres hablar?
— Así es... quiero que tengas mucho cuidado con él, Taehyung, es muy peligroso.
— Creo que deberías de decirle eso a su psiquiatra.
— ¿Aún no te lo han informado?
— ¿Que cosa?
— Es exactamente por eso que te lo digo.
— ¿De qué hablas?
— Te han nombrado como el nuevo psiquiatra de Jeon Jungkook.
— ¿Qué?

Eso fue hace cinco días, lo recuerdo bastante bien. Estaba almorzando tranquilamente cuando Namjoon uno de mis compañeros y un gran amigo, decidió hablarme de un psicópata en particular. Jeon Jungkook. Estoy casi seguro de que la mayoría de las personas de este país han oído hablar sobre él. Es un hombre muy temido.

Justo ahora estoy en mi pequeña oficina maldiciendo en mil idiomas a los superiores. Para ser sincero, no quiero tratarlo, le tengo miedo y sé que si lo digo en voz alta muchos me dirán "eres psiquiatra, estudiaste para lidiar con este tipo de personas, haz tu trabajo."

Pero no esperen que no esté aterrado si él ha matado a todos los psiquiatras que lo han atendido. ¿Qué me asegura que no hará lo mismo conmigo?

—Ve el lado positivo, te pagarán una millonada.

Salgo de mi trance cuando escucho la voz de la persona que me dio esta horrible noticia.

—¡Oye!, no me mires así, yo no tengo la culpa de nada —regaña en un tono burlón.

Desvío mi mirada al escritorio para posteriormente poner mis brazos y dejar caer mi cabeza.

—Nam... tengo miedo —hablo en un susurro.

Lo escucho suspirar. Sé que él está igual de preocupado que yo, hace un par de semanas nos informaron que trasladarían a Jeon a nuestro centro psiquiátrico.

—Yo estaré para ti Taehyung, no dejaré que afrontes esto tú solo.

No respondo a lo que me dice, solo siento que acaricia mi cabello, así que me quedo en silencio disfrutando su toque.

—Nam... —cuando decido hablar soy interrumpido por tres toques en la puerta.

—¿Puedo pasar? —se escucha desde afuera.

Inmediatamente, me pongo de pie y puedo ver que Namjoon se aleja un poco para quedar detrás del escritorio.

—Adelante.

— Taehyung —otro de mis compañeros es quien entra a mi oficina— Ya han traído al paciente Jeon Jungkook. Lo están esperando.

Trago un poco de saliva al escucharlo.

—Iré en un segundo. —hablo tratando de verme seguro.

Al escuchar mi respuesta, mi compañero asintió y se marchó.

—¿Estás bien? —Nam da varios pasos hasta quedar justo en frente de mí y con cuidado posa su mano en mi mejilla.

—Más o menos. —Sonrío con nerviosismo y algo de vergüenza— Ya tengo que irme.

Él me devuelve la sonrisa para al final alejar su mano.

—Claro... ten mucho cuidado con él.

—Lo tendré, gracias por tu apoyo.

Me aparto y comienzo a caminar hacia la puerta de la oficina.

—Por cierto... tenemos una conversación pendiente.

Detengo el paso y volteo a mirarlo con confusión al no comprender de que me está hablando. Él pareció notarlo porque de una vez me responde.

—Hablo de lo que paso el sábado.

Varios recuerdos pasan por mi mente a toda velocidad y la vergüenza comienza hacerse presente.

—Eres lindo cuando te avergüenzas.

—Yo... —quiero hablar, pero los nervios me ganan.

—No tienes que responderme ahora, ve a atender a Jeon, mañana hablaremos de lo nuestro.

Tiene razón, pero no quiero dejarlo para mañana.

Inhaló y exhaló en un intento para agarrar fuerzas.

—Me gustas Nam, en serio lo haces. —suelto tomándolo por sorpresa. Puedo ver como sus labios se curvan en una sonrisa.

—Y tú a mí. —me dice con sinceridad— Pero ve, que te están esperando, mañana hablaremos con más tranquilidad.

Sonrío y me doy media vuelta saliendo de la oficina con los nervios al cien.

A medida que me voy acercando a donde tienen a Jungkook, escucho gritos desesperados. Gritos que me ponían más nervioso de lo que ya estaba.

—¡Sédenlo!
—¡¿Dónde están los demás?!
—¡Qué Seden a Jungkook!
—¡No dejen que escape!

A pasos rápidos me empiezo a acercar y abro la puerta con rapidez.

—Doctor, ¿qué está pasando? —pregunto a uno de los doctores que tenía una jeringa en la mano.

—Jungkook casi mata al doctor Kim.

Abro los ojos en sorpresa y miedo a la vez.

Inmediatamente, comienzo a inspeccionar la habitación. El doctor Kim está inconsciente en el piso siendo supervisado, y a Jeon, lo tienen boca abajo mientras es sujetado por siete doctores que le inyectan un sedante para tranquilizarlo.

¿Pero cómo él hizo todo esto si está encadenado?

A pasos apresurados camino hacia al doctor Kim, su rostro está lleno de sangre.

—¿Cómo está? —me apresuro en preguntar a uno de mis compañeros.

—Está bien, solo está inconsciente.

—¿Cómo es que le hizo todo esto si está encadenado? —trato de que mi voz suene tranquila, aunque me esté muriendo del miedo.

—Todo fue demasiado rápido, estábamos seguros de que lo teníamos controlado, pero de un momento a otro todo se descontroló. —Min Yoongi otro de los doctores, es quien me respondió. En su rostro es notable la desesperación y enojo.

—¡Ya lo sedamos!

Volteo hacia la voz y puedo ver a varios doctores levantar a Jeon que está dormido producto del sedante.

—Taehyung. —alzo la mirada, pero al ver que es uno de mis superiores quien se me acerca, enseguida me pongo de pie.

—Dígame señor.

—Mañana a primera hora atenderás a Jeon, hoy por varios accidentes que puedes ver, no lo harás. —su voz sonó tan tranquila para mi mal gusto.

—Señor, no creo que sea seguro, si éramos quince, y aun así, Jeon casi causa un asesinato, ¿qué será de Taehyung a solas con él? —Min Yoongi, que había permanecido en silencio por un rato, decidió expresar su disgusto.

El pobre Taehyung estaba que se desmayaba de solo imaginarlo.

—Lo sé, Min, pero no podemos hacer nada contra el gobierno. Son órdenes. —suspiró cansado para luego guiar su mirada al castaño— Por favor, ten cuidado.

—Lo tendré. —respondo con seguridad fingida.

—Bien, ahora ve a casa que mañana será un día largo para ti, nosotros nos encargaremos de todo.

Doy un asentimiento para dirigirme fuera de la habitación.

Por favor, que mañana nunca llegue.

Respiro hondo para calmar mis nervios.

Todo estará bien, él no me matará.

Si tan solo Taehyung supiera que se convertirá en la obsesión de Jeon.