Cuando la edad suficiente, le puse nombre a los que sentía por mi mejor amigo, Taehyung. Y también, me dí cuenta que él sentía amor por Jimin.
Pero todo no puede ser tan malo, ¿No?
Mención de:
TaeKook.
VMin
Jinsu
Sope
NamKook
Capítulos cortos.
Saliendo del salón de artes, inmediatamente saco del bolsillo de mi sudadera mi celular, para revisar las notificaciones. Me doy cuenta de que Taehyung me envió un mensaje de texto avisándome que tendrá algo que hacer antes de volver a casa, por lo cual debo volver sin él.
Esta vez volveré solo a casa.
Suelto un suspiro y me coloco mis audífonos. La primera canción de la playlist empieza a sonar, dándome un poco de motivación para volver a casa.
Pensar en esa carpeta que tengo guardada en mi mochila, me causa una sensación de nervios al no sé qué hacer. Tengo unas cuantas semanas para leerme el documento e informarme bien de qué se trata y cómo se lleva el concurso. Estoy pensándolo, porque es innegable que es una muy buena oportunidad para mí.
La canción se detiene y me hace fruncir el ceño. ¿Una llamada? Sí, efectivamente es una llamada porque mi celular está vibrando.
El apodo me hace reconocerlo de inmediato. "Yoonie". Vaya, días sin hablar con él. Deslizo el icono verde hacia un lado y contesto.
Aclaro mi garganta. Del otro lado de la línea, el ruido de autos y murmullos se escucha claramente, pero la voz de mi hermano no la he escuchado. Me imagino que está fuera de casa.
"Hola, Kook" La voz de Yoongi se escucha algo soñolienta. De hecho, todo el tiempo se escucha así.
—Hola.
"¿Dónde estás?", frunzo el ceño al escucharlo. Se me extraña que me pregunte eso.
—Lleno a casa... —Despego de mi oreja el celular para verificar que el GPS no esté encendido. —¿Por qué?, ¿pasa algo, Yoon?
"Sí. Ven a la parada de autobuses por mí. Llegué."
¿Qué mierda?
Sé lo mucho que le impaciente no recibir respuesta, así que antes de entrar en algún tipo de trance nuevamente, aclaro la garganta para hablar.
—Ok... Iré ahora mismo.
"Bien" y colgó.
Por unos cuantos segundos, me pierdo viendo la pantalla de mi celular. Yoongi de vuelta... dejo escapar un suspiro y lo guardo en el bolsillo de mi pantalón, comenzando a caminar a la terminal de autobuses.
Yoongi está aquí, de vuelta...
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—¡Mamá!—. Exclama mi hermano con emoción, apenas pasa al interior de la casa. Yo lo sigo más atrás, ayudándole con el equipaje.
Mi madre llega a la sala de estar antes de que nuevamente Yoongi intente llamarla. Me mira primero a mí, confundida, y luego su mirada pasa a Yoongi. Lo mira con una expresión de sorpresa plasmada en su rostro. Está sonriendo en grande, feliz.
Y no para menos, tener a mi hermano de vuelta en casa es un sentimiento de felicidad enorme. La comunicación con Yoongi no era constante, sabíamos poco de él desde que se fue para Japón en un intercambio que solicitó junto a una chica de allá. Desde un principio, mi madre se mostró inconforme con la idea y se negaba a darle el permiso. Yoongi tenía poco de estar en la universidad y aún no hablaba fluidamente el idioma. Para cuándo mi hermano la convenció, mi padre se puso en contra. Por mi lado, siempre tuve la sensación de que esa decisión la tomó, no solo porque fuera a ser una buena oportunidad para él. Más no dije nada y me tragué todas mis preguntas y curiosidad.
