Mirame a mí, solo a mí (PAUSADA)

9

Narra Jungkook

¿Por qué tiene qué confundirme?

Taehyung no hace más que confundirme, siempre. Ni siquiera ahora que tiene su tan añorada relación con Jimin, se ha detenido.

En la escuela todo marcha normal, o eso creo. Él está con Jimin todo el tiempo. Pasan el receso juntos y también regresan a casa juntos. Yo decidí tomar un poco de distancia desde el primer día, y Jimin lo entendió. No quiero ser un mal tercio y menos, herirme más con ello. Debo admitir que siento celos y nostalgia cada vez que los veo juntos, abrazados o besandose. Me duele.

Pero…

Y aquí el gran “pero” en todo esto. Me confunde con sus acciones y las pocas palabras que a veces dice. No sé si soy yo quien confunde esas acciones. ¡Ya no sé qué pensar!

Replanteando mi vida en estás semanas que han pasado. Va algo así.

Por las tardes, Tae llega a mi casa para hacer los deberes de la escuela o jugar videojuegos. Admito que era algo que hacíamos, pero no todos los días, sino los fines de semana. No ha faltado ni una tarde y no es que me moleste pero, cada vez se siente más extraña la cercanía o plática que sostenemos.

Ya no sé que pensar, repito.

El timbre de la puerta principal me obliga a salir de mis pensamientos. ¿Visita? No creo.

Decido bajar para abrir la puerta a sea quien sea qué esté tocando la puerta. Mamá está preparando la cena y está ocupada.

Abro la puerta y vaya. Es seokJin.

—Hola, Jungkookie. —Me saluda animadamente. ¿Desde cuándo volvió a llamarme por ese apodo?

Hago una reverencia y sonrio. Apesar de estar en la casa de al lado, tenia mucho tiempo de no ver a SeokJin. Lo que sabía de él, era porque a veces Taehyung me lo comentaba. Ni siquiera YoonGi me habia comentado algo de él, y eso si se me hace extraño. Antes de comenzar el proceso para irse a estudiar lo único que hacia, además de pasar todo el día en su celular, era hablarme de seokjin.

Llevo la vista hasta el sobre color gris plata que tiene en la mano y lo miro con el ceño fruncido.

—¿Viene a buscar a YoonGi, Hyung?

Ver a SeokJin negar me resulta extraño, si no es para ver a YoonGi, ¿Para qué es?, ¿Por qué parece que esos dos se están evitando?. Miro hacia las escaleras que dan al pasillo donde están las habitaciones y vuelvo a mirar a seokJin. Ahora tiene el cabello negro y le queda bien.

Si, me distraigo con cualquier cosa. ¡Santo cielo!

—¿Quién es kook? —Escucho la voz de mi madre cerca. Paso mi mirada nuevamente, del sobre a las escaleras y otra vez, a seokJin. —Oh, eres tú, seokie. ¿Cómo estás? —Se acerca a seokJin y toca su hombro con un gesto cariñoso.

—Bien, señora Jeon. —Sonrie. —quería entregarles la invitación.

Abro la boca, formando una perfecta O. Al fin sé qué ese sobre se trata de una invitación.

Esperen, ¿Invitación?

—Oh. Felicidades de ante mano, seok. Yeri me comentó hace unos días de la buena nueva. —el comentario de mamá me descoloca.

¿Buena nueva? Ah, soy el único que no se había enterado, supongo.

—¿Te casarás? —le pregunto y seokJin asiente. Vaya sorpresa.

—¿Entonces siempre habrá boda? Felicidades, Kim.

La voz de YoonGi parece colocar el ambiente un poco tenso. La sonrisa radiante en el rostro de seokJin ahora es más una mueca.