BLUE FLAMES | ❝Si buscas la luz, a menudo podrás encontrarla.❞
Sia Tao pasó de ser Capitán de la Nación del Fuego a una simple detective en Ciudad Republica. A Lin Beifong aquello no podía importarle menos, ella estaba contenta con tener a una maest...
Advertencias: mención de acoso laboral. Este es un capítulo especialmente largo. (10 mil palabras)
BLUE FLAMES
蓝色火焰
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CAPÍTULO 7
LA EXTRAORDINARIA MIN FUEN SE LEVANTÓ TARDE AQUELLA MAÑANA EN CIUDAD REPÚBLICA. Era su segunda semana en un pequeño departamento del microcentro y sus manos temblaban mientras alcanzaba el frasco que estaba en su mesa de luz. Sus manos la traicionaron: se habían vuelto tan poco fiables y temblorosas que amenazaban con derramar el agua de su vaso. Su garganta se apretó mientras tomaba su dosis matutina. El sabor era ácido y tenía un sabor repugnante que haría vomitar a la mayoría de la gente. Ella lo había hecho el primer día. Ahora, lo pasaba con media dificultad. El primer día fue difícil dejar que pasara por su garganta mientras su orgullo se veía destruido. Y, sin embargo, también sabía que era lo único que le permitía el total control de sus manos. Y que los espíritus la perdonaran si no podía manejarlas.
Los temblores se arrastraban sobre su piel como un millón de pequeños alfileres y solo disminuyeron con el trago. La sensación familiar del antídoto tomó su lugar. Se instaló cálidamente en su estómago y de repente podía fingir tranquilidad. Ignorancia frente al trauma que su cuerpo arrastraba.
Los dolorosos restos de un tiempo pasado estaban siempre presentes, pero se mantenían a raya. Ella podría manejar eso. El temblor de sus manos había cesado, pero sus palmas todavía estaban frías. Odiaba esa versión de sí misma: Min Fuen, una maestra tierra que no podía controlar los temblores de sus manos.
Ella dejó el frasco y volteó a ver a su rata, acostada en su propia cama en la mesa. Su mascota, Magawa, de un año, tenía un hermoso y brillante pelaje plateado y azul que la diferenciaba de la mayoría de su especie.
━¿Estás lista? ━. preguntó mientras veía que la misma se estiraba.
Ella asumió una respuesta y comenzó su día. Le dejó pienso en su comedero y procedió a vestirse con el uniforme de la Fuerza de Policía de Metal Control. Ella había recibido el uniforme el día anterior, un lunes, cuando fue a completar sus papeles y el Capitán Shaikkan la recibió.
Se miró al espejo y respiró lentamente, asimilando su nuevo comienzo. Luego se giró a ver a Magawa que la observaba desde la mesa del comedor y sonrió, para luego ponerle su pequeño equipo que la misma Min había fabricado para su rata. En otra vida, donde el sentido del deber y el orden no estuviera tan arraigado a ella, Min habría sido mecánica.
━Llegó el día Mag. Vamos ━. dijo mientras extendía su mano y la nombrada corría por su brazo, para luego meterse en el bolsillo con cierre de botón que Min agregó al gran cinturón. Su rata era muy obediente e inteligente, con simples palabras comprendía a la maestra tierra mejor que otras personas.
