ᴜꜱᴊ ɪ

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『ʜᴜᴍᴀɴ』
ꜰʟᴏʀᴇʀɪᴀ ʜᴏɴᴇʏ
6:50 ᴀ.ᴍ

— Y entonces Midoriya-san le cedió su puesto a Iida-san, a mí parecer, fue una opción con eficiencia en sus acciones, Iida-san supo manejar la situación.

— Ya veo...¿Entonces todavía no le dijiste a nadie sobre lo que viste en el patio?

— No...quizás fueron periodistas...ya sabes...ingresaron al terreno ilegalmente.

— Pero ingresaron porque alguien desintegró la puerta, ¿Que hacía a metros de la puerta? ¿Donde nadie lo veía?

Eran casi las siete de la mañana en la ciudad, y la florería Honey ya estaba preparando todo para abrir.

Dentro del local, se estaba dando una conversación entre Rubí, la dueña del establecimiento, y Ima, quien paso a darle una mano con la limpieza antes de dirigirse a la academia.

— No lo sé abuela...estoy siendo muy paranoica últimamente, y sea lo que sea que haya sido, quiero mantenerme alejada, si resulta ser algún villano se comenzaría un operativo dónde yo soy la única testigo, y no quiero verme en el ojo de la tormenta de nada... — se sentó en un banco del patio del fondo, algo nerviosa con esa idea.

— Tu sabrás...— La abuela dejo las macetas de lado para dirigirse hacía ella, a una distancia prudente. — Solo te diré que te cuides, los casos de villanos están aumentando últimamente y no quisiera que algo te ocurriera. — Menciono preocupada

— Estaré bien, se defenderme, lo único que me preocupa es a quienes deberé enfrentarme de ahora en más...— Susurro lo último con nerviosismo, rascándose el cuello cubierto.

— Oh hima...— la anciana soltó un suspiro pesado. — ¿Cuando llegara el día que dejes de temer? Eres Yoshida Ima, nadie puede quitarte eso, tu identidad.

Nadie, nadie, sabía sobre todo lo que tuvo que pasar para llegar donde esta, y preferiría que se quede así, aislando toda su historia para ella sola, sin que nadie cargue con un peso que no le corresponde.

Pero Rubí, fue la primera persona en tratarla como el ser humano que era, darle una oportunidad a esa niña de 12 con miedo al mundo, con miedo a vivir.
Rubí no conocerá toda su historia, pero siempre supo, de alguna manera, que hay algo más, una herida que todavía no logra sanar.

— Lo se, pero...— Su voz fue interrumpida por el timbre del local. — Voy yo.

Se arregló el cabello y delantal, para estar presentable, de igual manera le parecía de extrañar, ¿Quien pasaría por la florería a esta hora? Cuando ni siquiera está abriera todavía...

— ¡Todoroki-san!

Bueno, el es el único que siempre viene a esta hora.

El bicolor sabía que ella iba más temprano a la florería de vez en cuando para dar una mano, pero siempre iba a dejarla al trabajo después de la preparatoria, era la primera vez que venía en medio de su trabajo, bueno, todavía no habían abierto, pero técnicamente estaba cumpliendo horario.

— Yoshida.

— Bueno días, ¿Que haces por aquí? — mientras le hablaba, se adentro al local nuevamente, con la intención que el la siga, acostumbrado a estar en ese lugar.

— son siete y quince, deberíamos ir a la academia. — le recalco, evadiendo de alguna manera la verdadera pregunta.

— ¡¿Siete y quince?! Déjame ir a dejar el delantal y lavarme un poco la cara, volveré enseguida.

『𝙝𝙪𝙢𝙖𝙣』[ ᴛᴏᴅᴏʀᴏᴋɪ x ᴏᴄ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora