Emma
Esa noche, mientras caminábamos hacia la parada del autobús, no pude evitar confesarle a Erick lo incómoda que me había sentido con Charles. Su insistente sonrisa y la manera en que se inclinó hacia mí cuando hablaba me habían dejado una sensación de alerta.
—¿Estás bien? —preguntó Erick mientras esperábamos el autobús.
—Sí, solo que... Charles me incomodó un poco hoy—dije, mirando mis manos.
Erick frunció el ceño.
—¿Qué hizo? —preguntó, con un tono protector que no esperaba.
—Nada grave, solo que... su manera de hablarme, de mirarme, me hizo sentir rara —admití.
Erick asintió, claramente molesto.
—Hablaré con él. No debería hacerte sentir así —dijo con seriedad.
—No te preocupes, Erick. No quiero causar problemas.
—No los causarás. Charles y yo... bueno, no siempre estamos de acuerdo en muchas cosas, pero esto lo resolveré —aseguró antes de cambiar el tema para relajarme.
—En verdad no es necesario Erick, pero gracias aun así—dije agradecida y ahora preocupada porque le diga algo a Charles.
—No es nada—dijo con una leve sonrisa—ya llego tu autobús, ve con cuidado y te veo mañana
—Hasta mañana—dije agitando mi mano como un gesto de despedida mientras subía al autobús
Cuando llegué a casa, Victoria ya estaba en la cocina, sirviendo dos platos con una cena sencilla.
—¡Llegaste! ¿Cómo te fue? —preguntó emocionada mientras dejaba los platos sobre la mesa.
—Agotador, pero bien... aunque hubo algunos momentos raros —le conté mientras me quitaba los zapatos y me dejaba caer en una silla.
Victoria arqueó una ceja, curiosa.
—¿Raros cómo?
—Uno de los chicos, Charles, fue... no sé, extraño. Me sonrió de una manera que no me gustó mucho —dije mientras ella servía jugo en dos vasos.
—¿Y el chef? ¿Qué tal?
—Imponente. Es estricto, pero creo que no es malo. Solo tiene un carácter difícil, o bueno, eso espero —respondí, encogiéndome de hombros.
—Bueno, sobreviviste al primer día. Eso es lo importante —dijo Victoria, levantando su vaso como si brindara por mi logro.
Nos reímos y seguimos cenando. Me sentía más ligera después de hablar con ella.
Erick
Cuando llegué a casa, Charles estaba en la sala, viendo televisión con una despreocupación irritante. James estaba en la cocina, revisando algunos papeles del restaurante.
—Charles, necesito hablar contigo —dije en cuanto cerré la puerta.
—¿Sobre qué? —respondió sin apartar la vista de la pantalla.
—Sobre Emma. ¿Por qué la incomodaste hoy?
Eso captó su atención. Apagó la televisión y se giró hacia mí con una expresión de fingida inocencia.
—¿Incomodarla? Solo fui amable —dijo, alzando las manos.
—Sabes exactamente a lo que me refiero. Ella no está aquí para que juegues con ella. Es una persona seria, así que déjala en paz —advertí, cruzándome de brazos.
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Amor a la Carta
RomanceLa vida universitaria de una chica promedio y el conflicto entre dos hermanos, es algo que no debería mezclarse. Amor, traición y venganza es algo "común" en la vida juvenil.