Capitulo 3

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Emma

Los rayos del sol entrando por la ventana fue lo que me despertó, al despertar lo primero que hice fue tomar mi celular que está en la cómoda que está a lado de mi cama, vi la hora y era temprano, las 6 a.m tenía clase hasta las 9 a.m supongo que estaba nerviosa y por eso desperté temprano, quería dormir más, pero quería prepararme para mi primer día de trabajo, a pesar de que ahí estaría Erick me sentía nerviosa. Me pare de la cama y salí de la habitación con rumbo a la cocina para desayunar, intente hacer el menos ruido posible, pero al parecer no funciono, pues desperté a Victoria

—Buenos días, Emma—dijo Victoria bostezando mientras estiraba los brazos

—Buenos días, ¿Te desperté?—Pregunte apenada

—No, no te preocupes, pero, ¿Que nos prepararas de desayunar?

—Solté una pequeña risa y le dije—Pensaba en un poco de fruta con yogur y unos pancakes para empezar bien el día y por supuesto que como matemáticas no nos puede faltar...—hice una pequeña pausa esperando que Victoria terminara lo que estaba por decir 

—El café—dijo riendo 

—Exacto, sin mi café de la mañana no funciono

—Entendible, ¿Lista para tu primer día de trabajo?—pregunto curiosa

—Más que lista, estoy nerviosa—Solté una pequeña risa nerviosa

—Tu tranquila, ahí estará Erick, de menos así no te sentirás tan nerviosa de que no conoces a nadie—dijo Victoria para relajarme, lo cual extrañamente funcionó

—Tienes razón, bueno, desayunemos antes de que se nos haga tarde

Victoria y yo desayunamos tranquilas, nos preparamos para ir a la universidad, el transcurso hacia la universidad y la caminata hacia la facultad fue tranquilo, hablábamos y hacíamos bromas como de costumbre, llegamos al salón y tomamos nuestros asientos de siempre, antes de que fuera la hora de clase, mientras esperamos al Profesor, seguíamos platicando.

Las clases de la mañana transcurrieron sin mucha novedad. Entre bromas de Victoria y mías, algunos resúmenes de última hora para los exámenes parciales, traté de concentrarme, aunque no podía quitarme de la mente el nerviosismo por mi primer día en el restaurante. Justo al terminar la última clase, Erick me alcanzó a Victoria y a mí en la salida del edificio principal.

—¿Lista para tu primer día? —preguntó con una sonrisa.

—Más que lista, estoy nerviosa —le confesé, ajustando la mochila en mi hombro.

—No tienes por qué estarlo. Estaré allí por cualquier cosa, ya lo sabes —me aseguró.

—Mucha suerte Emma, yo me despido aquí— dijo Victoria dándome ánimos y alejándose 

Erick y yo caminamos juntos hacia la parada de autobús, y aunque Erick intentaba tranquilizarme con pequeñas anécdotas del restaurante, sentía un nudo en el estómago. Era emocionante, pero también aterrador.

Cuando llegamos, el sol de la tarde brillaba sobre el letrero del restaurante "My Sunshine". Su fachada blanca y los cristales impecables me hicieron sentir que estaba a punto de entrar en un lugar lleno de historias. Erick me acompañó a la entrada y me acompaño hacia la cocina. 

—Quédate aquí, buscaré a James—indicó Erick, dejándome en un pequeño pasillo cercano a la cocina.

Apenas unos segundos después, alguien pasó junto a mí. Un hombre alto, de cabello oscuro y mirada intensa. Su rostro era atractivo, pero su expresión resultaba perturbadora, casi helada. Sentí un escalofrío recorrerme cuando me miró fugazmente de reojo. Su porte era seguro, y aunque no dijo nada, su presencia llenó el espacio como si quisiera dejar claro que él dominaba el lugar.

Amor a la CartaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora