Capítulo 6

3 1 0
                                    

Emma

El día avanzaba con rapidez, pero no sin dificultades. James, quien usualmente daba instrucciones con firmeza, pero sin hostilidad, se mostraba frío y distante. Su actitud me desconcertaba, pero decidí no darle importancia y concentrarme en mi trabajo.

Aunque fue difícil, ya que mientras preparaba un pedido, cometí un error, un grave error al agregar un ingrediente incorrecto a un platillo. El resultado fue desastroso: el cliente rechazó el plato, se quejó y no tardo mucho en que la queja le llegara a James, dado que está a cargo, él debía solucionarlo y no tardo mucho en hacerme saber mi error.

—¿Qué es esto? —preguntó con una severidad que jamás le había visto antes, sosteniendo el plato frente a mí.

—Lo siento, chef. No sé qué paso, creo que me equivoqué con las medidas —respondí bajando la mirada, sintiendo que todos en la cocina nos observaban.

—Esto no es un simple error, Emma. Ni siquiera es la primera vez que preparas este platillo, como puedes cometer un error así de tonto, si sigues así, mejor piénsalo dos veces antes de regresar. Ahora toma un descanso. No necesito distracciones, ya que debo corregir tu error —dijo, y su tono cortante me hizo doler el pecho.

No respondí, solo asentí y salí de la cocina con la cabeza baja. Encontré refugio en el estacionamiento, sentándome en un rincón lejos de las miradas. Las lágrimas querían salir, pero me negaba a llorar.

—¿Emma? —la voz de Erick me sobresaltó. Al levantar la mirada, lo vi acercarse con una expresión de preocupación.

—¿Qué haces aquí? —pregunté, intentando sonar firme.

—Escuché lo que pasó. ¿Estás bien? —dijo mientras se sentaba a mi lado.

—No lo sé. Quizás James tenga razón. Tal vez no soy buena para esto. No sé como me pude equivocar.

Erick negó con la cabeza.

—No dejes que un mal día te haga dudar de ti misma. Todos cometemos errores, Emma. Ahora, regresa, termina tu turno y demuestra que puedes con esto. No eres alguien que se rinde fácil.

Sus palabras fueron un bálsamo. Inhale profundamente y asentí, aunque aún sentía un nudo en el estómago.

El día continuo sin errores, pero ahora el chef no me dirigía la palabra y había puesto al segundo chef a cargo de mí, él era más amable y no me presionaba demasiado, su nombre era Jona, parecía de unos 30 años, no tan alto, delgado, me sentía tranquila trabajando a sí mando. Cuando el día finalmente terminó, me apresuré a salir antes de que alguien intentara hablar conmigo. Termine la limpieza que me correspondía y me apresure al salir. Al pasar junto a James, me detuve por un momento. Sentí que le debía decir algo 

—Chef, creo que no lo había dicho, pero, lamento lo del plato. Me haré cargo de las consecuencias y pagaré por el daño.-dije con la mirada baja y nerviosamente

James me miró por unos segundos, sus ojos mostraban algo de cansancio. Ya no lucia tan enojado, pero aún me intimidaba.

—No es necesario. Solo ten más cuidado —respondió, sin siquiera mirarme y pasando de largo.

Me dirigí hacia la salida y vi a Erick recogiendo las sillas, me vio e hice un gesto de despedida con mi mano y él lo respondió, llegue a casa y Victoria estaba en su habitación, iba a saludarla, pero decidí solo ir a acostarme en mi habitación, pues estaba muy cansada.

Aún no terminaba el fin de semana, me desperté temprano y en efecto, no quería ir a trabajar, pero esa no era una opción, salí y Victoria seguía dormida, era mimingo(como me gusta llamarlo) asi que podía entender que siguiera dormida, me apresure por arreglarme, desayune y sali hacia el restaurante.

Llegué temprano al restaurante, decidida a evitar a James tanto como fuera posible. Mantenerme ocupada fue fácil, pero cada vez que lo veía, mi pecho se tensaba, recordando su reprimenda del día anterior, no se si le habia agarrado miedo o solo era por lo sucedido.

Charles, por otro lado, parecía aprovechar cada oportunidad para acercarse. En los momentos libres, se tomaba el tiempo para bromear y hacerme sentir más relajada. Ya no me sentía incómoda con él; su actitud había cambiado, y parecía genuinamente amable, creo que era tan malo coml me habia parecido .

La jornada continuo y creo que no era muy sutil al evitar al chef, cada vez que me intentaba decir algo, o pedir algo, corría hacia otro lado fingiendo que me hablaban o necesitaban, o que ocupaba algo, no fue tan difícil ya que el segundo chef seguía estando acargo de mi.

Al final de la jornada, mientras todos limpiaban, James se acercó.

—Emma, necesito hablar contigo.

Sentí un nudo en el estómago mientras lo seguía hasta la oficina. Y empecé a temer que me fuera a despedir.

—Sobre lo de ayer... —comenzó, sin mirarme directamente—. Me excedí. No debí hablarte de esa manera, pero tienes que entender que este trabajo requiere compromiso. No hay espacio para errores.

—Lo entiendo, chef. Y lo siento mucho, estoy esforzándome.

—Bien. Espero que no haya más distracciones —dijo, su tono más suave pero aún firme—. Si no puedes manejarlo, mejor piénsalo.

—Me esforzaré más, lo prometo.

Salí de la oficina sintiéndome un poco aliviada, aunque todavía cargaba el peso de sus palabras.

James

Desde el momento en que regañé a Emma, algo me había estado molestando. Sabía que había sido demasiado duro, pero en este trabajo no podía permitirme debilidades. Erick, como siempre, no tardó en señalar mi error.

—¿Qué fue eso, James? —preguntó mientras ajustaba su delantal al final del día—. No seas tan duro con ella. Está aprendiendo, y se nota que lo intenta.

Suspiré, dejando a un lado los utensilios que estaba limpiando.

—Lo sé. Solo... quiero que se tome en serio este trabajo. No podemos permitirnos más errores.

Erick me observó con una ceja levantada.

—¿Seguro que no es algo más? ¿Te gusta?.

Lo miré con incredulidad. Emma era linda pero no era como si me gustara. Además yo ya tengo novia.

—Por supuesto que no. Estoy enamorado de Katarina, mi novia, lo sabes. Parece ser que ya lo olvidaste. Aunque por otro lado, por el modo en que la proteges diria que a ti te gusta Emma.

—Claro que no, solo es una buena amiga, la verdad su mejor amiga es la que me gusta y ella lo sabe, solo estoy esperando ni oportunidad ya que Victoria sale con alguien...—hizo una pausa—Pero eso no importa, solo te pido seas más amable con Emma y espero no sea algo más.

—Vaya chico, no sabia que estabas en esa situacion, pero bueno, Emma es solo... una buena trabajadora. No quiero que pase por lo que otras han pasado aquí por culpa de mi hermano y mucho menos espero que afecte al equipo o a el trabajo.

Erick asintió, pero antes de que pudiera añadir algo más, Charles entró en la cocina, llevando una expresión despreocupada. Erick salió de la cocina y fue a comedor para terminar con sus actividades del cierre.

—James, relájate un poco. Emma es fuerte; puede con esto. Además, ¿por qué tanta preocupación? —dijo Charles con una sonrisa que me resultó sospechosa.

—Mantente al margen, Charles —le advertí.

Él levantó las manos en gesto de rendición.

—Solo decía. Pero oye, ¿qué pasa si me interesa?, acabo de escuchar que no le gusta a Erick, así que no va a haber problemas.

—No lo hagas —dije con seriedad.

Charles me observó por un momento y pude ver su sonrisa ensanchándose.

—Como digas, hermano. Pero no te preocupes, no causaré problemas.

Mientras Charles se alejaba, no pude evitar sentir que algo estaba pasando. Y por alguna razón, la idea de que Emma estuviera involucrada me incomodaba más de lo que estaba dispuesto a admitir. Solo era trabajo me repetía a mi mismo.

Amor a la CartaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora