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Baji cayó de rodillas ante el retrete. No pudo evitar vomitar, y vaciar todo lo que había comido al desayuno. Sus ojos lloraron un poco ante el esfuerzo que hace, lo intento, pero no pudo evitarlo. Ahora más que nunca sus sentidos estaban desarrollados, y los olores eran su perdición.

Su padre le dijo que eso sucedería, pero pensó que sólo estaba exagerando. No es así. El olor de todos sus compañeros se mezcla de forma pesada y repugnante. Lo odia. Se siente mal. Como enfermo.

Suspira alejándose, quedándose sentando en el frío suelo, descansando. En ese momento la puerta del baño se abre. Es Draken, su amigo. El más alto de la clase, y siempre estaba muy peinado.

—Traje tus cosas. La profesora llamó a tus padres para que vinieran a buscarte, debes esperar fuera de dirección.—El le extendió la mano y Baji la tomó, suspirando. Se levantó con su ayuda y fue a lavarse la cara, boca y manos.

—No se como lo haces para aguantar esto.—Dijo Baji, poniendo mala cara. Draken tenía su mochila sobre los hombros.

—Vivo en un burdel. Estoy acostumbrado a todo tipo de olores.—Explicó Draken, mirando la cara enrojecida de Baji. En algún momento él también pasó por eso, pero ahora lo mantiene controlado.

Draken lo acompañó hasta los asientos fuera de la secretaría, le pasó sus cosas y volvió a clases. Baji suspiró, estaba solo en el corredor y eso es bueno, podía respirar tranquilo, sin tantos olores.

Balanceo sus pies y cerró los ojos sintiendo rastros de las náuseas por ahí. Lo detestaba.

De pronto, una brisa dulce y pasos le hicieron abrir los ojos. A su lado se dejó caer Chifuyu, su mejor amigo. Es un poco más bajo que el, de pelo negro y ojos azules.

—Te ves terrible.—Baji rodo los ojos.

—Me siento enfermo.—Ambos niños se miraron.

Chifuyu estiró su mano para tocar la frente de Baji para ver si tenía fiebre, tal como lo hace su madre.

—Debes irte a clases.—Le dijo Baji. Chifuyu se encogió de hombros.

—Esperare contigo mientras llegan tus padres. ¿O huelo mal también? —Se preguntó, preocupado, oliéndose la ropa.

Baji negó con la cabeza y se atrevió a olisquear el aire por la nariz. Chifuyu huele a crema de almendras. No es un aroma tan dulzón, es rico y agradable, para su suerte, suave.

—Está bien.

Mientras esperan, Baji terminó por reclinar su cabeza hasta el hombro de Chifuyu.

Ninguno dice algo, y Baji por fin siente que puede respirar. Quiere atrapar mas del olor de Chifuyu, le gusta, pero cree que lo que hace es vergonzoso, así que se detiene y lo mira. Para su sorpresa, Chifuyu está durmiendo.

Resoplo. Apostaba que su amigo salió de clases con la excusa de ir ayudarlo cuando en realidad solo quiere dormir. Pero esta bien, lo acepta, así puede olfatearlo con tranquilidad. Aunque siente que esta mal, sus padres le dijeron muchas cosas y siente que irrumpe su espacio, pero no puede evitarlo. De esa forma, su estómago ya no duele, las náuseas cesaron y su cabeza dejó de Palpitar. Está tranquilo y relajado.

Llega a la conclusión de que necesita olisquear a Chifuyu para alejar los olores nauseabundos.

CORRESPOND TO ME - BAJIFUYUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora