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Baji era un grandísimo tonto.

Esta vez había pasado todos los límites "aceptables" dentro de lo que con Baji podría considerarse aceptable. Y el no podía sentirse peor por ignorar todas las cosas que ocurrían a sus espaldas.

—¡Debiste decirme algo! Si lo vieron desequilibrado debieron hablar conmigo.—Eleva sus manos al aire en un gesto de impaciencia. Su cabello recién cortado se alborota un poco. Si, está molesto. Pero la preocupación se le escapa notablemente.

Mikey piensa que debe estar muy enfadado para estarles gritando. Chifuyu era como quisiera con cualquiera, menos ellos. Nada que ver con que sean alfas, en ningún momento han impuesto su jerarquía, pero si es cierto que Chifuyu respetaba su fortaleza.

—¿Y que hubieras echo?—Le molesta la forma tan calmada en la que Draken se cruza de brazos cuando le pregunta. Chasquea la lengua sintiendo la irritación recorrer mi espalda, y para Mikey no pasa por alto ese cruce de rabia que se le planta en la cara. No dice nada.

—Ir hablar con su maldita mami de ser necesario. Maldición. Cualquier cosa. Se que está pasando por un periodo difícil donde más que nunca es esclavo de sus impulsos, y de las peleas que tenía en la escuela, pero ser un vándalo es otra cosa. No quiero a mi amigo en prision por ser un idiota que hace cosas aún más idiotas.

No entendía nada cuando los padres de Baji llegaron hasta su casa hace unas horas irrumpiendo la cena, y su siesta. Baji había dejado la casa pocas horas antes después de cortarle el cabello porque iba a salir con su nuevo amigo. El imbecil de su nuevo amigo. Pero ellos no eran los únicos que buscaban a Baji, la policía lo perseguía también.

Simplemente no caía en su asombro cuando la mamá de Baji comenzó a relatar todos los problemas que estaban teniendo en casa por las salidas nocturnas de su amigo y sus pleitos en la escuela. Baji estaba siendo esclavo de sus impulsos más que nunca, y dese luego el se había dado cuenta de lo irritable y agresivo que estaba. Pero solo en la escuela. Ya nadie si quería se atrevía a cruzarse en su camino.

Siempre fue de mal genio y bueno para luchar, pero jamás se molestaba en hacerlo de no ser necesario. Pero una pequeña provocación, una mala mirada o un leve empujón lo detonaba. Lo había reprendido muchas veces, y quizá por eso había dejado contaba sus actividades de "delincuente".

Chifuyu sabe que el no es un santo. El mismo se ha metido en peleas con Baji en la calle, incluso en la misma escuela, pero nunca a esos niveles de agresividad. Siempre supieron cuando era suficiente. Antes era divertido, pero ya no.

Por lo que le dijeron, Baji y Kazutora habían ido a un local corriente a comer algo. Lo había invitado pero no se sentía de ánimos para salir, mucho menos verle el hocico a Kazutora. Lo detesta. Hoy más que nunca. Al parecer iniciaron una discusión con otros tontos del lugar y la pelea fue inevitable. Destruyeron muchas cosas, los dueños llamaron a la policía y ambos se dieron a la fuga.

Chifuyu le dijo a los padres de Baji que no tenía idea de donde se encontraba, pero era mentira. Cuando dejo a los adultos hablar en privado se escabulló por la ventana de su habitación y corrió hacia la casa de Mikey. Se sorprendió en encontrarlos a ambos en un parque cerca de casa, le ahorro camino.

—Como sea. ¿Alguno puede prestarme su motocicleta?Creo saber dónde está, pero a pie llegaré el día de mi graduación.

Draken lo observa vacilante.

—Amigo puedo prestarte lo que tú quieras, pero ¿Estás seguro? He tenido la platica que tú tendrás con Baji muchas veces y siempre he llegado a nada. Cuando está molesto no entra en razón.—Mikey asiente. Ha sido testigo de eso.

CORRESPOND TO ME - BAJIFUYUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora