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Yo no te voy a demostrar mis sentimientos.

Yo no derramaré miel.

Yo no sueño con un príncipe.

Yo no te diré esas palabras ridículas.

Pero tengo sentimientos.

De hecho, estoy llena de ellos.

Amo con la mirada.

Y hablo con las sonrisas.

Pero eran las 12:00 am, después, las 2:00 am.

Y yo seguía ahí, con miles de de ideas en la mente y pregúntandome qué es lo que yo no tengo que ella sí tiene.

Qué es lo que hay mal en mi para que no me quieras.

Qué es lo que tengo que hacer para conseguir que me mires con un 1% de los sentimientos con los que la miras a ella.

Necesito que me quieras.

Por una hora.

Por un minuto.

Por un segundo.

Necesito que me digas que sí, que me quieres, que siempre lo has hecho.

No somos nada pero, a la vez, para mi, somos todos, B.

Quiero ser el nombre que escribes detrás de tus cuadernos cuando estás distraído.

Quiero matar esa parte de mi que todavía insiste ene esperarte.

Porque, ¿sabes qué es lo más doloroso, B?

Que la primera vez que te vi, te juro que no tenía ni la menor idea de que ibas a ser tan importante para mí.

DIARIO DE UNA CICATRIZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora