Le caías bien a mi madre hasta que me vio derrumbarme en el suelo por las lágrimas.
Le caías bien a mi madre hasta que me vio gritar de dolor por las noches abrazando a la almohada porque tú no me abrazabas.
Le caías bien a mi madre hasta que le confesé que me estaba muriendo por dentro, B.
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DIARIO DE UNA CICATRIZ
PoesiaAquí no vengo a ser fuerte. Vengo a ser yo. Con mis cicatrices y mis marcas. Yo. Que complicada esa palabra para alguien que lleva perdiéndose toda su vida, ¿verdad?