Enredados [HyunHo]

𝟏𝟑.-

-No quiero compromisos, no sé cómo llevar una relación-

-Entonces aléjate de mi, Hyunjin, estoy empezando a confiar en ti y eso me asusta-

-¿Porque lo hace? Te estoy diciendo que es lo que quiero-

-Me asusta porque te estoy dando el poder para destruirme cuando y como se te dé la puta gana-

-Minho...-

-No Hyunjin, no digas nada más, gracias por decirme lo que quieres, así puedo saber que no tengo que hacerme ilusiones con un niño mimado que consigue lo que quiere y cuando ya no lo necesita, lo desecha como si fuera un puto juguete-

-Deja de insultarme, no soy una puta mierda de persona por no querer compromisos Minho-

-Tu me has insultado toda la puta semana, deja de joderme y a partir de ahora ni siquiera te atrevas a mirarme-

Minho iba a salir de la piscina pero su cadera fue jalada justo cuando quiso tomar una toalla.

-Vamos Minho, sé que quieres estar conmigo, soy todo lo que te gusta, soy tu tipo y me he dado cuenta de cómo me miras, deja de pensar que no sé lo que quiero, lo se perfectamente, lo tengo muy claro, solo que algunos días no me siento del todo bien y me desquito contigo, no es lo correcto, pero veo tu perfecto rostro y me dan ganas de golpearte, joder Lee, no puedo parar de pensar en ti, y eso me jode, te detesto Minho, enserio no te soporto más porque estoy perdiendo la cabeza por ti, estoy perdiendo todo por ti y cada día me dan más ganas de besarte frente a mis amigos cada que vas por mí a la universidad, de reclamarte como mío ¿Eso es lo que querías escuchar? Me asusta quererte Minho, me asusta mucho y me jode, estoy jodido por ti y eso es lo que detesto, eres jodidamente precioso, te detesto porque quiero estar contigo-

El pelinegro quedó mudo, ¿Hyunjin acababa de declararse frente a él? Si es que decirle que lo odia es una declaración.

-¿No dirás nada? Acabo de decirte que me gustas-

El solista se soltó de su agarre y salió de la alberca casi corriendo, encerrándose en su habitación dejando a un Hyunjin con un fuerte dolor en su pecho, pero su sonrisa brillante no fue borrada.

-Vas a caer por mí, te lo prometo, Honnie- Susurró para el mismo.

[...]

Minho se encontraba en la ducha dejando caer el agua sobre su cuerpo, su vista estaba perdida frente a la pared de mármol.

Aún recordaba cada palabra dicha por su castaño, no se sentía listo para corresponder, su lágrimas comenzaron a salir por no saber lo que en verdad sentía.

¿En verdad quería algo serio?

¿Quería una relación sin compromiso?

¿Quería estar con hyunjin?

Miles de preguntas rondaban en su cabeza, pero el dueño de sus respuestas era ese castaño de ojos claros y sonrisa preciosa.

Minho nunca se había sentido así, estaba confundido, su forma de pensar era muy diferente, al principio solo pensaba en jugar con el, pero ahora no, ahora es el con el que juegan, y por supuesto, no quiere ser quebrado por el contrario.

Salió de la ducha y se tiró en la cama para poder dormir.

Hyunjin preparó la cena y fue a dejarla en su habitación, entró sin pedir permiso y la dejó en la cama.

-Tienes que comer, puedes enfermarte si no lo haces-

-¿Desde cuando te importa?-

-Desde ahora. Come, vendré por los platos sucios en media hora-

Minho salió de su escondite de sábanas cuando escucho la puerta ser cerrada de nuevo, el castaño le había preparado ensalada de pollo con mango y manzana, era saludable y sabia muy bien.

Entró al baño y se miró en el espejo, estaba echo un desastre, al día siguiente tenía una entrevista y se veía mal.

Estaba roto.

Hyunjin lo escuchaba llorar cada vez más, se sentía culpable y sobre todo sentía la responsabilidad de entrar ahí y abrazarlo hasta que quede dormido.

Y eso hizo.

Entró y abrazó a Minho pegando sus pechos, dejó caricias en su cabello y espalda y algunos besos en su frente.

-Hyunjin no quiero hablar ahora-

-Shh, no hables, no digas nada-

Se quedaron así algunos minutos, hasta que Hyunjin volvió a hablar.

-Vamos, tienes que descansar para mañana-

-Vete, no quiero molestarte-

-No me molestas, me quedaré hasta que te duermas-

No dijeron nada más y se recostaron en la cómoda cama del mayor, este tenía la cabeza sobre el brazo de Hyunjin y su mano sobre su cintura, abrazándolo, pensaba que si lo soltaba se iria de su lado.

El castaño acariciaba su hombro y dejaba leves caricias en su cara, logrando que Minho pueda conciliar el sueño.

Dio un último beso en su frente y continuó tocando cada facción del rostro de su pelinegro.

Tocó su nariz puntiaguda, sus pestañas, su mandíbula y por último sus labios, esos malditos labios a los que se había vuelto adicto.

Su rostro reflejaba paz, estaba calmado y se sentía seguro entre los brazos del castaño.

-Descansa, mi pequeño bebé- Susurró el más alto y salió de la cama despacio y con cuidado de no despertarlo.

Apago todas las luces del departamento y fue a dormir a su habitación.

-Jódete Lee, haré lo posible por que tu salud mental esté estable, por muy molesto que llegue a ser- Susurró para el, estaba dispuesto a cuidar de Minho aunque llegue a hartarlo de tanta atención.