Enredados [HyunHo]

𝟐𝟎.-

Ese día ambos despertaron juntos, abrazados en la misma cama.

Minho tenía un brazo debajo de la cabeza de Hyunjin y el otro sobre su cintura, sus piernas estaban entrelazadas.

El primero en despertar fue el castaño, sacó su mano de la manta y comenzó a tocar cada facción del rostro de su ahora novio.

Empezó por su pequeña nariz perfilada, después el arco de cupido de sus labios, su labio inferior y por último se detuvo en sus pestañas jugando con ellas, el pelinegro se removió un poco ante el contacto abriendo sus ojos poco a poco, encontrando la brillante sonrisa de Hyunjin a su lado.

-Buenos días, cariño-

-Buenos días, bebé-

El castaño estiró su cabeza dejando un pequeño beso correspondido en los labios del pelinegro.

-¿Dormiste bien, Honnie?-

-Dormí muy bien Jinnie-

El llamado sonrió y pegó su cabezo al pecho de Minho, podía escuchar su corazón latir rápido, y estaba feliz de que él fuera el causante.

-Por cierto, Felix me invitó a una fiesta de antifaces hoy-

-¿Irás?-

-Quiero ir contigo-

Minho abrió los ojos mirando a Hyunjin.

-Nadie verá tu cara... es por eso-

-De acuerdo, iremos-

-Pero... hoy no quiero salir del hotel, quiero estar todo el día aquí, contigo-

-Eso haremos hoy Jinnie, aún tenemos dos semanas para salir, no pasará nada si hoy nos quedamos aquí, abrazados y durmiendo-

Hyunjin volvió a besar a Minho.

El teléfono del último sonó interrumpiendo su momento íntimo, era su manager y no podía no responder.

-¿Qué pasa?-

-Minho, ¿ya viste tu Twitter? Eres tendencia-

-¿Qué? No, dame un momento-

Minho salió de la llamada entrando a la aplicación, frunció el ceño cuando se dio cuenta de que era verdad, había una foto de él con Hyunjin en la playa abrazados, gracias al cielo y a todos los dioses en los que Minho no creía (en ese momento les rezaba a todos), la cara de Hyunjin no salía ahí.

-¿Ya lo viste? Tienes que hacer tu relación pública ya, antes de que alguien más lo haga por ti-

-Lo sé, lo sé, lo haremos pronto, Hyunjin no se siente listo aún-

-Más te vale que no lo hagan tarde, Minho. Tus números podrían disminuir si no eres tú quien hace la relación pública-

-Adiós, Hae- Evadió la conversación y colgó.

-¿Quieres desayunar?-

El menor negó con la cabeza, no quería moverse, la posición en la que estaban era muy cómoda y no quería perderla.

-Entonces veamos una película, tiene mucho que no tengo vacaciones de este tipo-

Estuvieron toda la tarde viendo películas, solo se levantaron para comer y luego volver a la cama.

Ahora estaban arreglándose para la fiesta a la que Felix los había invitado. Minho logró conseguir dos máscaras a juego color negro.

-Joder, te odio, maldito Hyunjin-

-Yo también lo hago, estúpido Minho-

Se besaron durante unos segundos.

Ambos se vistieron completamente de negro y esperaban que nadie reconociera a Minho.

Salieron de la habitación tomados de la mano y caminaron hasta el salón con la mayoría de las miradas encima, por lo regular no se veían muchas parejas del mismo sexo en Hawái, es por eso que los veían con sorpresa o algunos con disgusto.

Hyunjin estaba acostumbrado a ese tipo de miradas, estaba consciente de su preferencia hacia los hombres desde que tenía quince años, pero para Minho no era así.

Nunca había gustado de ningún hombre, y esas miradas horribles lo estaban haciendo pensar demasiado, más de lo que debería.

Hyunjin se dio cuenta de esto y se detuvo pegando a Minho contra la pared, acorralándolo entre sus brazos.

Quito la máscara de su novio viendo su rostro con una expresión de miedo, acarició una de sus mejillas dejando que el pelinegro se relajara ante su toque.

-Está bien, sé que no es fácil al principio, pero estarás bien ¿de acuerdo? Estoy aquí, estás conmigo y voy a protegerte, si no te sientes cómodo solo aprieta mi mano y nos iremos, esa es gente estúpida que sigue viviendo con la misma puta idea de un hombre y una mujer juntos, no más, somos novios Minho, solo somos tú y yo, nadie más cariño-

Minho asintió y bajó la mirada, se sentía tan estúpido sentirse de esa forma.

El castaño levantó su mirada y besó su nariz con amor.

-Vamos Honnie, podemos irnos de aquí si no te sientes cómodo-

-Estaré bien, solo no sueltes mi mano-

-Nunca lo haré, mi estúpido Minho-