Ya era de día en ese sitio desconocido, y las pequeñas olas que rompían con la arena, llevaron a el inconsciente DMT a la orilla de una playa.
DMT se encontró rodeado por la sensación de humedad, su cuerpo inerte arrastrado por las olas hasta la orilla de una isla desierta. El agua salada lo sacudió de su inconsciencia, y la tos aguda lo arrancó del abismo del sueño. Abrió los ojos con esfuerzo, sus párpados pesados luchando contra la luz del sol que filtraba a través de las nubes dispersas.
Un momento de confusión lo abrumó mientras luchaba por entender su entorno. ¿Dónde estaba? ¿Cómo había llegado allí? La memoria de la tormenta y el naufragio se estrellaron contra su mente como las olas contra las rocas, y un escalofrío de miedo recorrió su espalda al darse cuenta de la magnitud de su situación.
Con un esfuerzo titánico, se levantó, su cuerpo empapado y tembloroso. Cada fibra de su ser gritaba de agotamiento y dolor, pero su determinación se aferraba como una llama en la oscuridad. Paso a paso, con la arena caliente quemando sus pies descalzos, se arrastró hacia la seguridad relativa de la playa, consciente de que su batalla apenas comenzaba en esta tierra desconocida.
DMT se tambaleó hacia adelante, sus pasos erráticos reflejando su estado debilitado. Cada paso era una lucha contra la gravedad y la fatiga, y la sensación de mareo amenazaba con derribarlo en cualquier momento. Con los ojos entrecerrados contra el deslumbrante sol, escudriñó el horizonte en busca de cualquier señal de vida.
Cada paso hacía que su sed se intensificara, como si el sol abrasador estuviera evaporando el agua de su cuerpo con cada respiración. Su garganta estaba tan seca que le costaba tragar saliva, y anhelaba desesperadamente encontrar una fuente de agua para saciar su sed abrasadora.
Sus pies desnudos se hundían en la arena caliente, dejando huellas profundas a su paso. El paisaje era desolador, una interminable extensión de playa bordeada por palmeras solitarias y rocas escarpadas. Pero a pesar de la desolación que lo rodeaba, DMT se aferraba a la esperanza de encontrar algún indicio de vida en esta isla perdida en el vasto océano.
DMT luchaba por mantenerse en pie mientras el calor del sol castigaba su piel empapada de sudor. Cada paso era un desafío, y su visión se volvía borrosa mientras el agotamiento lo arrastraba hacia la oscuridad del desmayo. Con un último esfuerzo, se aferró a la conciencia, pero sus piernas cedieron bajo su peso y cayó de rodillas en la arena abrasadora.
Cuando abrió los ojos, su mirada se posó en un bote destrozado que descansaba en la orilla, sus tablones rotos y retorcidos por el poder de las olas. Un escalofrío recorrió su espalda al recordar el bote similar en el que Fraxx y Jachako habían escapado. "¿Podría ser este el mismo?", pensó para sí mismo, una chispa de esperanza iluminando su corazón cansado.
Con otro esfuerzo titánico, se arrastró hacia el bote, ignorando el dolor en sus músculos y la sed que le quemaba la garganta. Cada paso era una lucha, pero la determinación ardía dentro de él como una llama en la oscuridad. Con el último atisbo de energía que le quedaba, examinó el bote en busca de algún rastro de sus compañeros perdidos.
El sol ardiente se cernía sobre DMT mientras luchaba por mantenerse en pie, su visión borrosa y su mente nublada por la sed. Cada paso era un tormento, y su determinación comenzaba a flaquear bajo el peso del agotamiento. De repente, todo se volvió negro cuando su cuerpo cedió ante la fatiga y se desplomó en la arena abrasadora.
Horas después, el sonido de voces distantes lo sacó de su inconsciencia, su mente luchando por separar la realidad de los sueños. Al abrir los ojos, vio borrosamente a dos figuras junto a una fogata en la distancia. Una oleada de esperanza lo invadió cuando reconoció a Jachako y Fraxx, pero antes de que pudiera llamarlos, su visión se nubló y volvió a caer en la oscuridad del desmayo.
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Traiciones Y Redenciones: La Historia Del Escuadrón MKIV
ActionEl Escuadrón MkIV, liderado por DMT, es un grupo de audaces atracadores de bancos que operan en un mundo cada vez más regido por la ley. Con Fraxx, Jachako y Cristolio como sus leales compañeros, el equipo se embarca en emocionantes asaltos, arriesg...