Quédate A Mi Lado

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El sol comenzaba a iluminar el refugio improvisado mientras el equipo se preparaba para otro día de trabajo y entrenamiento. Había una energía renovada en el aire, una determinación palpable en cada uno de ellos mientras se enfocaban en sus respectivas tareas.

DMT y Jachako estaban concentrados en la reparación del DMT-EM. DMT se encargaba de desmantelar el interior del vehículo, evaluando los daños y planificando las reparaciones necesarias, mientras que Jachako trabajaba en la estética, quitando las viejas ruedas y preparándose para instalar unas nuevas.

Aria se encontraba en una esquina del refugio, perfeccionando su técnica con el sable de luz amarillo que DMT le había regalado. Cada movimiento que hacía estaba lleno de precisión y energía, su concentración era absoluta.

Jak, por su parte, se movía entre los dos grupos, ofreciendo ayuda donde fuera necesaria, ya fuera con herramientas para DMT y Jachako, o con consejos para Aria en su entrenamiento.

DMT: (mirando el desorden dentro del auto) Vaya, esto va a tomar más tiempo del que pensaba.

Jachako: (sacando las ruedas viejas) No te preocupes, amigo. Lo importante es que lo tenemos aquí. Con un poco de esfuerzo, lo dejaremos como nuevo.

Mientras trabajaba en el interior del DMT-EM, DMT abrió la guantera y se encontró con una sorpresa inesperada. Ahí, cubierto de polvo, estaba su viejo casco de pato con orejas. Lo sostuvo en sus manos, una sonrisa nostálgica asomándose en su rostro.

DMT: (sacando el casco) No puedo creer que aún esté aquí.

Aria, que había estado observando desde su lugar de entrenamiento, se acercó con curiosidad.

Aria: (riendo y en su mente) ¿Eso es...? ¿El casco que veía en las fotos antiguas de DMT?

DMT: (sonriendo) Uhhh, cómo olvidarlo. Solía usarlo en mis primeras misiones. Siempre pensé que me daba suerte.

Jachako: (mirando el casco) Ese casco tiene historia. Me sorprende que aún lo guardes.

DMT: (con un toque de melancolía) Sí, ha estado conmigo en algunos de los momentos más difíciles y en los más felices.

Aria: (tocando el casco) Quizás deberías ponértelo cuando terminemos de reparar el auto. Podría traer de nuevo esa suerte.

DMT: (riendo) Tal vez lo haga.

Mientras continuaba desarmando el auto, vió un viejo traje de carreras. DMT no dudó en colocárselo, y había visto un casco de carreras también. Éste fue a mirarse a un espejo mientras.

Jachako: (bromeando) Solo espero que no tengas que usarlo para esquivar balas esta vez

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Jachako: (bromeando) Solo espero que no tengas que usarlo para esquivar balas esta vez.

Jak se unió a ellos, sosteniendo una caja de herramientas.

Jak: Aquí tienen, chicos. ¿Necesitan algo más?

DMT: Gracias, Jak. Esto es justo lo que necesitábamos. ¿Cómo va todo con Aria?

Traiciones Y Redenciones: La Historia Del Escuadrón MKIV Donde viven las historias. Descúbrelo ahora