Resistencia Y Redención

9 1 0
                                    

La oscuridad de la noche envolvía a DMT y Jachako mientras se movían rápidamente entre los callejones, sus sombras alargándose bajo las luces parpadeantes de la ciudad. Cada paso resonaba con la urgencia de su situación; sabían que no podían regresar a la guarida, ahora comprometida por la traición de Fraxx. La adrenalina los mantenía en movimiento, pero sus mentes estaban llenas de preguntas y temores.

"¡No puedo creer que Fraxx nos haya traicionado así!" exclamó Jachako, su voz un susurro airado mientras se detenían para recuperar el aliento.

"Lo sé," respondió DMT, mirando hacia el horizonte en busca de una nueva dirección. "Pero ahora no podemos detenernos a lamentarlo. Necesitamos encontrar un lugar seguro para escondernos y pensar en nuestro próximo movimiento."

La ciudad, con su laberinto de calles y edificios, ofrecía múltiples escondites. Pasaron por varios lugares que podrían haber sido opciones, pero ninguno parecía lo suficientemente seguro. La necesidad de un refugio se hacía cada vez más urgente.

"¿Qué te parece ese viejo almacén abandonado?" sugirió Jachako, señalando un edificio a lo lejos, cubierto de grafitis y con ventanas rotas.

DMT asintió, viendo la posibilidad de fortificar el lugar. "Vale la pena intentarlo. Vamos."

Al llegar, empujaron la puerta metálica oxidada y se adentraron en la oscuridad del interior. El almacén estaba lleno de escombros y polvo, pero ofrecía el refugio que necesitaban desesperadamente.

"Este lugar está lleno de polvo," comentó Jachako, explorando la vieja estancia.

"Más bien, lleno de mierda, jajaja," añadió DMT. "Pero por ahora, es lo mejor que tenemos."

Con el refugio temporalmente asegurado, DMT llamó a Aria y explicó la situación. Aunque ella era nueva en éstas movidas, demostró ser una aliada confiable y ofreció su ayuda para encontrar un lugar seguro.

"Además, creo que deberías conocer a Jak. Es un buen tipo, me salvó una vez." Dijo DMT.

"¿Hablas del tipo raro con el que hicimos una carrera esa noche? Si, lo conozco. Nos hicimos amigos después de que él me encontrara en el camino cuando estaba huyendo en tu auto" agregó Aria en la llamada.

Después de unos minutos, Jak llegó al refugio junto a Aria. Y fue recibido con precaución por parte de DMT y Jachako. Sin embargo, pronto demostró ser un aliado valioso, compartiendo información sobre posibles refugios y ofreciendo su apoyo en la lucha contra Connor y Fraxx.

Con la ayuda de Aria y Jak, DMT y Jachako se trasladaron a un pequeño apartamento en los suburbios, propiedad de uno de los contactos de Aria. El lugar era discreto y seguro, alejado de los ojos curiosos de la ciudad.

"Gracias, Aria," dijo DMT, abrazándola. "No sé qué haríamos sin ti."

Aria sonrió, aunque la preocupación no abandonaba sus ojos. "Estamos juntos en esto. No te dejaré solo."

Esa noche, mientras se acomodaban en su nuevo refugio, DMT y Jachako no podían dejar de pensar en la traición de Fraxx.

"¿Cómo pudimos no verlo venir?" preguntó Jachako, su voz llena de frustración.

"Fraxx siempre fue difícil de leer," respondió DMT, mirando por la ventana. "Pero ahora tenemos que enfocarnos en cómo detener a Connor y recuperar a Cristolio."

Con el amanecer, DMT y Jachako se sentaron frente al mapa de la ciudad que Jak tenía, planeando meticulosamente su próximo movimiento. La traición de Fraxx los había golpeado duro, pero estaban decididos a resistir y redimirse. La lucha apenas comenzaba.

Traiciones Y Redenciones: La Historia Del Escuadrón MKIV Donde viven las historias. Descúbrelo ahora