Samantha / PT. 1

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The party & the after party (The weekend)

With your Louis V. bag, tats on your arms
High heel shoes make you six feet tall
Everybody wants you, you can have them all
But I got what you need

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9:45 PM

Termine de hacer la grafica que Félix me pidió y la imprimí, me levanté de mi asiento y  agarré las copias que antes saqué, las guardé en una carpeta y cuando salió la faltante la puse junto a las otras, me senté en la silla para apagar el computador y caminé para abrir la puerta, alcé la vista y me tope con aquel jefe necesitado, lo recorrí de pies a cabeza con la mirada y le regalé una sonrisa, sus labios se curvearon, dejé la carpeta en el escritorio, regresé a mi oficina, agarré mi chaqueta y la envolví en mi cuerpo.

Por lo que entendí su esposa estaba molesta con el y no iría molestarlo a su casa, pero de todos modos prefería hacerlo en mi casa.

Me agarró de cintura y me guio al pasillo de camino al elevador, entramos y aquel me pegó a su cuerpo con una sonrisa, besó mis labios y recorrió con su mano mi mejilla, bajó a mi cuello donde dio un apretón que hizo que mis bragas se mojaran por completo al instante, apoyé mi mano en su pecho y cuando estuvo apunto de abrirse el elevador me separé.

—Pediré que borren las grabaciones de la cámara mañana.

—¿Hay cámaras en un elevador? Pregunté divertida y aquel asintió con su semblante irritantemente serio de todos los malditos días, tenía un temperamento de mierda y yo no estaba dispuesta a aguantar eso el resto de tiempo que me quedara en esa empresa, así que decidí darle una ayudadita.

Caminamos por el estacionamiento hasta que nos acercamos a un Porsche 718 color gris brillante, sonreí—Es lindo. Dije, caminó a la puerta de copiloto y me abrió esta, subí y lo seguí con la mirada, caminó con su enorme cuerpo enfrente del auto y subió a mi lado.

—Dime tu dirección. Dijo rompiendo el silencio de el auto, asentí, lo escribí en cualquier aplicación para guiarlo y le di mi celular. Asintió—Cuando salgamos de aquí te enseñaré la magia de este auto, pequeña. Lo voltee a ver y aquel estaba serio, pero en su voz había una sonrisa, relamí mis labios y aquel agarró mi mentón, tiró mi rostro al suyo y besó mis labios agresivamente, solté un pequeño gemido y sentí un jadeo vibrar en su garganta.

Se separó instantáneamente pasó aquello y encendió el auto, salió de reversa y cuando por fin salimos de el estacionamiento subterráneo de la empresa, presionó un botón y el techó del auto se deslizó hacia abajo, ya había visto este tipo de lujos, mi padre me educó a no sorprenderme por las cosas caras que siempre me regala, pero jamás abrí el techó de mi convertible en la noche, el cielo estaba llenó por completo de estrellas y la luna brillaba tanto como el sol, deje caer mi cabeza para atrás, admiré el cielo en silenció hasta que su mano grande acarició mi muslo desnudo, el aire frio de las noches otoño rozó mi piel con suavidad y bajé mi vista a su mano, sonreí, Florencia por las noches era hermosa y digna de admirar.

—Es hermoso. Musité con un hilo de voz, aquel me volteó a ver de reojo—Como tú, Samantha.—Cuando no estemos en la oficina, ¿Puedes decirme Sam? Me molesta el profesionalismo, o como usted quiera, solo no me diga "Samantha". Dije con desinterés en la voz y aquel asintió.

—Entonces tu dime Félix, Samy. Sonreí por el apodo, acaricie su mano que estrujaba mi pierna—Esta bien, Félix. Balbuceé y cuando vi un barrio conocido me tensé, ahora muy seguramente sabría quien era mi padre.

llegamos, mi casa era medianamente grande, moderna de toque negros y de madera oscura elegante, tenía dos pisos y un par de plantas al rededor, el portón de hierro negro se abrió cuando apunté mis llaves hacia el.

Solo una vez || Riverduccion Donde viven las historias. Descúbrelo ahora