Solo una vez || Riverduccion

Felix

7:34 PM Paris, Francia.

Manejé por las calles de mientras la recorría sutilmente con la vista, era hermosa, lástima que Sam no podia verla conmigo.

Llevaba un par de días en paris, me estaba hartando un poco de estar solo.

Me detuve frente a un bar en el lugar más remoto e indiferente, me bajé del carro sencillo que renté y caminé hacia adentro, solté un suspiro cuando el olor a alcohol retumbó en mi cabeza y en mi nariz.

Una joven pelirroja se acercó a mi rápidamente, un cortó vestido negro, caderas anchas y senos enormes.

—Bienvenido. Dijo, la recorrí con la mirada y asentí.

Samantha, Samantha, Samantha, Samantha.

Era la única en la que tenía que pensar.

Caminé un par de pasos hasta que aquella se acerco nuevamente, restregando sus senos contra mi brazo cubierto por un traje caro que compré hace un par de horas, sacudí la superficie y la vi de mala manera—¿Qué necesitas? Pregunté.

Venía a un viaje de negocios, no iba a ligar con nadie, no tenía porque si a mi lado tenía a alguien maravillosa.

—Estoy trabajando, señor.

¿Dónde mierda me había metido?—No necesito sus servicios, señorita, quiero un trago. Dije con fingida irritación, aquella relajó la sonrisa que tenía en los labios y frunció el ceño—¿Es usted gay? Traté de no soltar una carcajada.

—Tengo pareja. Respondí, aquella sonrió nuevamente—Eso no es impedimento para que la pase bien, ¿Si no para que venía para acá?—Indague

Mierda, por primera vez quería tomar alcohol y tenía que soportar eso.

—¿Esto es un bar? Pregunté con ironía, asintió.

—Entonces vine a tomar

—si tiene pareja, ¿Por qué no está con ella? Giré los ojos, la ignore y seguí caminando, llegué a la barra y me senté en la primera banca que encontré, pedí un trago silenciosamente y sentí nuevamente su mano sobre mi hombro —No quiero tus servicios, ¿Quieres dejar de seguirme?

—No, nadie se resiste a mi.—Ella no está aquí porque no pudo venir.

—Perfecto, puedo ayudarte con tu soledad.

—No vengo a aquí de vacaciones, estoy en un viaje de negocios, ve a buscar a otro hombre.

—Vamos guapo, no seas aguafiestas.

9:34 PM

Una llamada entrante, Samantha. Me estremecí y alejé a la mujer de mi cuerpo.

—Hola linda. Susurré tratando de amortiguar el ruido a mi alrededor de vasos y esas cosas.

—Te extraño.

—Yo también, es tarde Sam, pensé que estabas durmiendo. Dije, aquella hizo un sonido que me daba la razón—No puedo dormir, quiero que me abraces. Un nudo se formó en mi garganta y la aclaré—Yo también quiero estar ahí, en un par de días llego.

—Está bien. Respondió aniñada, su voz del otro lado de la línea me daba melancolía. La mujer pelirroja giró los ojos al ver que no le prestaba mucha atención y jaloneo mi brazo hacia ella, se acomodó en su silla mientras perdía mi mirada en mi cuello. Di un movimiento para que soltara su agarre.