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La luz del día se filtró por las ventanas de la habitación de Nicolette haciéndola quejarse entre sueños, quería seguir durmiendo, pero ya los rayos del sol arruinaron sus ganas

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La luz del día se filtró por las ventanas de la habitación de Nicolette haciéndola quejarse entre sueños, quería seguir durmiendo, pero ya los rayos del sol arruinaron sus ganas. Con pereza la rubia fue abriendo sus ojos, volviéndolo a cerrar cuando sintió un fuerte dolor de cabeza.

- Joder. - murmuró y los recuerdos de la noche anterior llegaron a ella medio borrosos.

Trato de abrirlos nuevamente, está vez lo hizo, aunque con un poco de dificultad. Por eso odiaba beber, la migraña al otro día era horrible. Se sentó en la cama como pudo y tratando de recordar más de la noche anterior, pero era difícil debido al dolor de cabeza.

Tenía la garganta seca, así que se puso de pie y salió de habitación. Necesitaba algo líquido urgentemente. Ni siquiera sabía la hora, pero sabía que temprano no era.

Además de necesitar agua, necesitaba saber que había pasado la noche anterior. Sabía que su hermana probablemente aún estaría durmiendo, pero Nick le respondería sus dudas.

Cuando terminó de bajar las escaleras vio a Martín dándole una pastilla a Nick que estaba sentando en la barra. El hombre al verla dijo;

- ¿Un café, señorita? - ofreció con amabilidad.

- No Martín, gracias. - murmuró en voz baja, Nick rápidamente la miró.

No pudo evitar sonreír al ver como tenía su cabello todo enmareñados. Pudo visualizar las marcas de la almohada en sus mejillas.

- Buenos días. - dijo Nick sin apartar la mirada de ella, viéndola caminar hacia él.

Alzó una ceja al ver que ella tenía el ceño fruncido.

- ¿Que sucede?

- ¿Que paso anoche? - inquirió con seriedad haciéndolo sonreír, era raro verla sería ya que desde que la conoció siempre estaba sonriendo.

- ¿Enserio no te acuerdas? - cuestionó divertido.

- ¿Porque crees que te estoy preguntando? - el sarcasmo en su voz fue notorio.

- Uy, amanecimos bravas. - ella lo miró fulminante, pero a lo contrario de lo que ella creí se veía bastante tierna.

- Nick, no estoy para tus chistes. - advirtió, él solo se puso de pie y comenzó alejarse. Ella con un suspiro lleno de frustración lo siguió.

- Esto será divertido. - murmuró.

- La diversión empezará cuando tú padre entre por esa puerta. - señalo la misma, estaba perdiendo la paciencia.

- ¿Me estas chantajeando? - ella tomó el puente de su nariz. - Pruebas si quieres.

- Joder, dime qué carajo paso. - lo tomo del brazo, el se giró y la miró desde arriba. Ella trato de perderse en su mirada profunda.

to the last beat || nick leister Donde viven las historias. Descúbrelo ahora