TTLB [❤️] ❝te amaré hasta el último latido❞
Quién iba a pensar que aquella hermosa y tierna rubia, sufría de una enfermedad del corazón.
❛𝖫𝖺𝗌 𝗉𝖾𝗋𝗌𝗈𝗇𝖺𝗌 𝗆𝖺́𝗌 𝖻𝗎𝖾𝗇𝖺 𝗌𝗈𝗇 𝗅𝖺𝗌 𝗊𝗎𝖾 𝗆𝖺𝗌 𝗌𝗎𝖿𝗋𝖾𝗇❜
Inicio: 20/6/23
Fin: ??
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Los tres iban en el carro de Nick, la menor iba quejándose ya que sentía calor por todo su cuerpo. Noah se mordía las uñas con ansiedad mientras miraba a su hermana. Estaba preocupada por los efectos que podía causar aquella sustancia en su cuerpo y más sabiendo su condición.
- Dejen de estar... preocupados, solo tengo un poco de calor, ¿Vale? - dijo entre balbuceos. Nick la miró de reojo para volver la mirada a la carretera.
En un intento de recostarse casi se va de boca, pero Nick la sostuvo antes que lo hiciera.
-Ey, déjame. - se quejo. Noah iba en completo silencio, se sentía algo culpable al ver a su hermana así.
Se había emborrachado solo una vez y no salió muy bien.
-¿Me dejas conducir? - preguntó con pequeño puchero mirándolo fijamente. -Siempre quise conducir uno de esto... - Nick soltó un suspiro profundo.
-Ni loco, preciosa. - contesto con voz moderada, sentía la rabia recorrer cada fibra de su cuerpo, quería volver y buscar aquel desgraciado que le dio la bebida. -Y menos si estás drogada y sin carne. - añidio dándole una rápida mirada.
-No estoy drogada, ¿vale? ¿Verdad que no estoy drogada, Noah? - se giro y miró a su hermana que estaba en los asientos traseros.
- No, no lo estás. - dijo haciendo que Nick ruede los ojos. - Tú si haz bebido. - dijo hacía el peli-negro con una pequeña sonrisa.
-Solo bebí un chupito rubia tonta. - dijo haciendo que la menor suelte una risita sabiendo que se aproximaba una discusión.
-Sí, pero de las tetas. - Noah dijo con diversión.
Nicolette miró rápidamente a Nick y este maldijo a la rubia por no mantener la boca cerrada.
No sabía porque, pero no quería que la ojis-miel se entere de aquello.
-Tequila bien saladito ahí, con todo el sudor. Que rico, ¿eh? - siguió con diversión en su voz.
-¿Quieres decir que Nick bebió de las tetas de una chica? - inquirio la menor haciendo que Nick apriete sus manos en en el volante.
-Sí, y de veía muy a gusto. - contesto la mayor con satisfacción al ver cómo Nick apretaba la mandíbula.
-Mejor cállate. - dijo en un susurró. Manejo más rápido queriendo deshacerse de la rubia.
Luego de unos minutos llegaron a casa, la menor no volvió a decir nada más. Los tres entraron a la casa con sumo cuidado y silencio.
-Yo la llevaré a la habitación. - dijo Nick mirando a Noah mientras ayudaba a la menor a caminar. -No querrás que tu madre se despierte, ¿verdad? - dijo al ver qué está se negaría.
-No dejaré a mi hermanita contigo. - dijo cruzándose de brazos.
-No le haré nada tonta. - dijo mirándola con molestia. - Tu no puedes ni contigo misma. - añidio con diversión.
Noah rodó los ojos y se acercó a su hermana para besar su frente.
Le dio una mirada de advertencia a Nick y luego subió las escaleras con pereza. Tenía sueño y no quería discutir con él.
-Vamos acostarte, pequeña. - dijo tomándola en sus brazos haciendo que está suelte un pequeño gritó. -Shh, pequeña. - dijo mientras comenzaba a subir las escaleras con rapidez al escuchar la voz de Rafaella.
-¿Tú madre no te enseñó que hay vasos para contener líquidos? - inquirio con diversión mirándolo a los ojos. Nick sonrió al ver qué volvía hablarle.
-Deja a mi madre en paz. - dijo bajando su mirada para verla, ella tenía el cabello completamente revuelto, las mejillas rojas y los ojos completamente dilatados.
-¡Eh Nancy, amigo! Este es tu bisnieto, pero que no te engañe porque no es un don ingles como tu. Aunque lleve a una dama en brazos. - dijo mientras tocaba los brazos de Nick. -Uy, ¿y esto que es? Los asteroides si te los bebes en un vaso de cristal, ¿eh? Pues sabes que, el cristal es un líquido, que contiene otro líquido. Es bonito, ¿cierto?
-Tan bonito como tu.- dijo mientras entraba a la habitación, casi se maldijo al darse cuenta de lo que había dicho, pero sabía que al otro día ella no recordaría aquello.
-¿Soy bonita? - cuestionó mientras Nick la dejaba con sumo cuidado en la cama.
-Como no tienes ideas. - contesto en un susurró.
-Si fueses capaz de sentir emociones lo apreciarías. - soltó un suspiro entrecortado. -El vidrio fluye tan lentamente que parece sólido. Por eso es tan frágil, duro, pero frágil. Yo no soy frágil, ¿Verdad que no? - decía mientras se acomodaba en la cama.
Nick noto el dolor en aquellas palabras y se preguntó que tanto había sufrido aquella hermosa chica.
Desde que la conoció siempre la veía sonriendo, pero ahora su voz estaba cargada de dolor y tristeza. Sin poder evitarlo acarició su cabello con ternura.
-No, no lo eres, pequeña. - dijo, viendo como ella comenzaba a cerrar los ojos. Extendió su mano para apagar la lámpara.
-No, la luz no. - dijo sentándose con rapidez haciendo que Nick vuelva a perder la lámpara.
Nick acarició su cabello suavemente, se había vuelto a dormir. Con delicadeza y suavidad bajo su mano por el cuello de la rubia, done tenía el pequeño tatuaje y lo acarició suavemente.
Se puso de pie y se dispuso a salir de la habitación sin saber que ella estaba teniendo una horrible pesadilla.
Ella soltaba leves quejidos mientras se removía en la cama, su respiración era agitada y negaba levemente con la cabeza.
- Corazón, amor, Nicol. Despierta. - Rafaella la llamaba en voz baja.
Ella quería seguir durmiendo e ignorar a su madre, pero abrió los ojos al escuchar la voz de aquel hombre que tanto le temía.
-Ven, ven. Vamos con tu hermana. - la tomó entre sus brazos para caminar con ella hacía el clóset de la habitación. - Quédate aquí, quédense las dos aquí. - dijo mientras la empujaba dentro del clóset donde estaba su hermana mayor.
La voz del hombre se escuchaba cada vez más cerca haciendo que el corazón de las dos pequeñas comience a latir con rapidez contra su pecho.
-¿Y tú mami? - preguntó con sus ojitos cristalizados al ver cómo su madre comenzaba a cerrar la puerta del clóset.
-Yo estaré bien, corazón. - dijo besando la frente de ambas para luego cerrar la puerta.
Los toques se volvieron más fuerte haciendo que la pequeña tape sus oídos. Noah la abrazo con fuerzas mientras rezaba para que el hombre no las encontrará.
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