¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los señores Wang habían conseguido más Xiao Xiao y los habían puesto por todos los espacios donde su hijo gasparin se embarraba, su hijo se había convertido en un fantasma quejoso que soolo comía por no morir de hambre, un espíritu chocarrero que lloraba por todo y por nada, una llorona presencia que llenaba de melancolía su casa.
Empleados, asistentes y personal de vigilancia estaban en constante estrés, pues de repente llegaban cosas de parte de joven Xiao para su prometido que pensaban que animarian al joven, pero solo hacían que este se trasformara en una bestia sedienta de más, algunas sirvientas habían sido agredidas por que el doncel arrebato las cosas de manera tan exagerada que había rasguñado sus manos en el camino.
Ellas no se quejaron nunca de la infantil posesividad del joven con los paquetes que según el chico olían a su novio, no sabían si eso era cierto pero el lo decía tan convencido que ya lo estaban creyendo, como cuando llego una caja de almuerzo para ellos, la nota decía para mamá, para papá y para Yibo, lógicamente ninguno de los otros logró probar nada de lo que venía ahí dentro pues Wang mancha voraz Yibo le arrebato las cajas a las empleadas para correr a su habitación y no salir de ahí hasta acabar con todo lo que venia en el interior.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
