Haaaa haaaa siiii ahiii a aqa aahhiii siiii mi amooorrr haaa daaaaleeee ahiiii siiii ahoiioooooooooooaaacckkkkk, esta era la séptima corrida de ambos chicos eran las 8 de la mañana habían perdido su vuelo a Francia por que Yibo no dejo a Zhan salir de la cama pese a que le rogó que si lo dejaba salir en ese momento el dejaría que lo volviera a empotrar contra la cama.
Pero el vándalo tirano sexual que había adquirido como esposo, se negó rotundamente de todas maneras después de ser empalado por ambos flancos, Zhan no se pudo resistir a ser tomado también después de que el gato mañoso de su doncel, le metiera su lengua lujuriosa ahí en su oyito, que de virgen e inmaculado había pasado a puta de esquina.
Ya casi para dar la una de la tarde, los empleados del hotel habían dado la alerta de casados enredados en la misma habitación, a los que hicieron la reservacion, así que ahora Yingshi iba en su auto a recoger a ambos conejos calientes, que por estar en su noche de bodas prolongada, habían perdido todo su itinerario de bodas.
Bueno lo intentarían otro día, por ahora solo debía llevar a su nuero, a su hijo y a su nieto a la casa de la playa, para que unos días después pudieran rehacer el paseo de luna de miel y ahora si se encargaría personalmente, de meter a esos dos cachondos al avión ya en Francia, esperaba que la calentura se les bajara aunque sea un poco.
Para cuando la madam Wang llego al hotel, Zhan ya estaba arrodillado afuera de la habitación, con solo una sabana cubriendo su desnudez, algunos empleados hacían barricada para que nadie viera al joven en esas fachas, mientras tanto dentro de la habitación se oían gritos, cosas rompiéndose y personas llorando, mientras ofrecían perdón por algo que no distinguían que cosa era.
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