El bello y el feo

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Zhan estaba muy avergonzado, sus tíos, primos y hasta abuelos paternos, llegaron a la fiesta sin invitación, los guardias luchaban por sacarlos de la entrada pero estos estaban armando soberano escándalo para los invitados de los Wang,  Yuno y Yinshi le dijeron al joven que no se preocupara que ellos resolverian esto pero para el pobre hombre era una humillación más que los parientes del lado de su padre le hacían justo delante de las personas que le estaban dando un lugar en su familia.

Los cuchicheos de parte de los invitados no se oían como en todas las reuniones de alta sociedad pero Yibo sabía que los muy malditos estaban disfrutando del show por lo atentos que estos estaban a el escándalo que se oía desde afuera, Zhan quiero bailar con mi futuro esposo, quiero probar esos deliciosos panecillos que hiciste específicamente para mi mami y para mi.

Quiero que me lleves a las mesas de cada uno de esos chismosos para que vean lo feliz que estoy, de tenerte a mi lado, quiero que cada zorra de esta fiesta se llene el estómago de vinagre por la envidia de que seré el único en tenerte como mi esposo, dijo el doncel en el oído del Xiao, quien solo se limito a sonreír hermosamente para ir a la pista a bailar con su presioso modelo.

Después de ese pequeño incidente la noche estubo agradable al menos para los Wang y el futuro esposo, algunos invitados no desaprovecharon la ocasión para hacer sentir mal al recién llegado, pero Yibo, Yuno y Yinshi siempre de su lado batearon todas las curvas que los impertinentes le lanzaban al hombre, devolviendo el golpe a la décima potencia.

Para cuando el cierre de la fiesta llegó ya solo quedaban los verdaderos amigos del doncel, algunos socios de los Wang y el futuro esposo agotado dormido en las piernas de su amado chico, por qué aunque no lo pareciera Zhan ya estaba perdido por su pequeño bollo picante.

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