Capítulo 8

5.1K 371 5
                                    

Capítulo 8: Editado/Corregido.
Leo
Ya era de noche y estoy fuera de la casa de Ire, salte al balcón y di golpes suaves al vidrio sabiendo que ella estaba allí.
—Irene, soy yo, ábreme —Susurre,  para que sólo ella me escuchara.
—¿Leo? —Susurro de igual manera.
—Sí pequeña, abre —Ella abrió y me abrazo yo correspondí a su abrazo inhalando su aroma, se sentía tan bien tenerla a mi lado. Era raro ya que solo la conocia de hace unas semanas pero se sentía bien, su calor me envolvía y lograba relajarme mientras que al mismo tiempo su cercanía hacia que mi corazón golpee con fuerza mi pecho.
—¿Qué ases aquí? — Antes de que me abrazara había notado un rastro de lágrimas en su mejilla. La apreté más a mi mientras acariciaba su espalda.
—Clau me contó lo de tu padre. Y vine a cuidarte. —Un suspiro salió de ella y se separó de mi para mirarme a los ojos.
—No debió contarte nada. —Escondió su cabeza en mi pecho y sollozo. —É.. él me hizo mucho daño y...
—Shhh... —Acaricie su cabello intentando calmar su llanto.
Nunca la había visto así y me dolía, ella siempre se mostraba como una persona bastante fuerte y ahora se estaba derrumbando frente a mi y yo no podía permitir eso.
***
Ella entro al baño para ponerse su pijama y después entre yo. Nos acostamos juntos después de apagar todas las luces. Ella se acomodo con su cabeza reposando en mi pecho y yo acariciaba su pelo, ya estaba casi dormida cuando su padre la llamo.
—¡Irene! ¡ven¡ — Escuchamos su grito. Ella suspiro y se levantó de la cama
—Cualquier cosa grita ¿okey? — Ire solo asintió con la cabeza para luego salir corriendo.

P.D.V de Irene
Entre a la habitacion de mi padre, él se encontraba sentado en su cama fumando un cigarro.
—Tardaste mucho, preciosa.
—P.p.e.rdon —Baje la cabeza. Mi mente estaba en blanco no sabía que decirle, ni como actuar.
—Tranquila, no pasa nada — Asenti, un poco mas aliviada. Tal vez hoy no pase nada.
—Siéntate conmigo. — Palmeo a un lado de la cama con una sonrisa.
Una sonrisa escalofriante y malévola. Mi respiración se agitó y negué con la cabeza. Él fruncio el ceño y en un movimiento rápido me tomo del cuello.
—Tú haras lo que yo te diga. ¡Oiste! —No pude responder ya que me estaba ahorcando, me tiro en la cama y empezó a sacarse el pantalón.
lo iba hacer de nuevo, me iba a violar. Mi respiración se agitó más y el miedo se apoderó completamente de  mi. Mi padre me tomo por los pies con la intención de sacar mis jeans, por lo que empecé a patalear.
Estaba desesperada, el quito mis jeans y rompió mi remera, intenté gritar con todas mis fuerzas pero mi voz no salía. Arrancó mis bragas y justo en ese momento apareció Leo.
Lo saco de encima mío y lo tomo del cuello, sus ojos azules se volvieron completamente negros. Leo lo tiro al suelo y empezó a golpearlo.
Yo me encontraba en shock pero reaccione a tiempo antes de que lo matara.
—L.e.Leo —Lo llame, el me miro y bufo. Dejo a mi padre en el piso sangrando de la nariz pero todavía conciente.
Vino hacia mi, me cubrió con una sábana y me alzó mientras yo seguía llorando.
Mi padre se levantó con mucha dificultad y miro con furia a Leo, pero no le haría nada, no podría contra él.
—Escucharme bien imbécil —El tono de su voz era amenazador, tanto que hasta a mi me dio miedo —Si vuelves a tocarla juro que te mato.
Su cuerpo estaba totalmente tenso, me llevo a la habitación y me recostó sobre la cama para luego cerrar la puerta con llave.
—Estaré en el baño, cambiate y Avísame cuando termines. —Asenti, el se fue al baño y yo me puse mi ropa. Lo llame antes de acomodarme en la cama.
Él apago la luz, por un momento mi respiración de detuvo al estar todo oscuro pero Leo estaba aquí así que no tenía nada que temer.
Él se acostó a mi lado, me abrazo y acaricio mi cabello.
—¿Estas bien? —Me preguntó con su voz suave, yo solo asenti, no quería hablar del tema.
—Leo... —Lo llame, nuestras miradas chhocaron y pude notar que sus ojos ahora si estaban azules, un azul hermoso y con un brillo especial.
—Tus ojos cambiaron de color... —Dije, él suspiro y junto nuestras frentes. En ese momento olvide todo lo que había pasado hace tan sólo unos minutos  y mi corazón empezó a latir más rápido. Él me hacíaolvidar todo los malo.
—¿Quieres que te lo explique? —Yo asenti —No te alejaras de mi ¿Cierto?
—Nunca —El sonrió, un poco mas calmado.
—Bueno, no sé si me vayas a creer pero te juro que lo que te digo es verdad, Irene. —Sonreí, el estaba nervioso y yo sólo asenti para que continuara. —Soy un vampiro. Pero quiero que sepas que nunca te  haría daño.
Su mirada estaba atenta a mí, esperando mi reacción.
—Te creo, Leo y sé que no me harías daño, me lo demostrarse hoy.
Una sonrisa sincera creció en su rostro y en un momento se acercó lo suficiente como para sentir su respiración, su mirada se encontraba en mis labios y la mia en los suyos. Él acortó más la distancia y me beso. Me beso con una delicadeza extrema haciendo que pasen miles de corrientes eléctricas por mi cuerpo.
—¿Irene? —nuestras miradas estaban conectadas, era como si sólo existieramos nosotros, sólo podía escuchar nuestras respiraciones y los latidos desbocados de mi corazón.
—Sé que es algo pronto, pero me gustas mucho y hasta creo que te quiero y me gustaría que fueras mi novia. — Mi corazón se detuvo por un segundo y luego golpeó mi pecho con fuerza. Escuché el aullido de felicidad de Liz y yo sólo pude asentir.
Leo sonrio y volvió a besarme.

Mi mate un vampiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora